Publicado en el Periódico El Restaurador - Año VII N° 26 - Marzo 2013 - Pag. 3
Libro recibido
"El gaucho Martín
Fierro, el arte de Molina Campos"
El
6 de diciembre ppdo., se cumplieron 140 años de la primera aparición de "El
gaucho Martín Fierro", recibimos ahora esta nueva edición, realizada por
Molina Campos Ediciones.
No
vamos a referirnos en este pequeño espacio a la obra de José Hernández, por lo
demás archiconocida, pero sí diremos que este libro será un verdadero éxito
comercial, pues los editores lograron aunar los versos hernandianos con la obra
del genial artista plástico argentino, don Florencio Molina Campos, quien fue
un auténtico artista costumbrista, con un conocimiento exhaustivo del campo
argentino, famoso en el mundo entero. Críticos renombrados de arte, ya se han
expedido también acerca de la importante y maravillosa obra de este pintor,
mucho mejor de lo que podríamos hacerlo nosotros.
Las
pinturas de don Florencio que ilustran la obra, están cuidadosamente
reproducidas y si bien no fueron pintadas originariamente para ilustrar el
Martín Fierro, reflejan no solo la vida del hombre de campo ya de por sí
variada con sus costumbres, vestimentas, bailes, enseres, etc. sino también la
de animales y paisajes, siendo todo ello un complemento importante del inmortal
"Martín Fierro". Sí diremos que muchas de las más de 100
ilustraciones reproducidas son poco conocidas o prácticamente desconocidas y todas
dan realce al libro.
Esta
cuidada edición de 160 páginas, con una impresión esmerada realizada en papel
ilustración, tiene un diseño moderno, que contiene también un glosario de los
términos camperos empleados por Hernández, que hace más comprensible la lectura
del poema.
¿Quién no tiene en su biblioteca un ejemplar
del Martín Fierro?, pero creo que esta es una oportunidad para tener también
una especie de catálogo de las obras de Molina Campos, que convierten a esta
nueva edición en un libro de colección.
Esta
es también una invitación para volver a releer el Martín Fierro con un mejor
entendimiento de la obra y a la par, deleitarnos página a página con las
inmejorables ilustraciones de don Florencio.
En
síntesis: un libro para no perdérselo y que no puede faltar en ninguna
biblioteca.
Norberto
Jorge Chiviló