Con motivo de la creación del INSTITUTO NACIONAL DE REVISIONISMO HISTÓRICO ARGENTINO E IBEROAMERICANO MANUEL DORREGO, mediante el decreto N° 1880, firmado por la expresidente Cristina Fernández de Kirchner el 17 de noviembre de 2011, un Académico, el Sr. Luis Launay -años después nombrado presidente de ese Instituto-, por aquellos días, solicitó mi opinión sobre esa nueva institución.
He aquí la respuesta que le envié:
31 de diciembre de 2011
Sr. Luis Launay.
¿Cómo está?
En primer lugar, no cabe sino felicitarlo por su designación como
Académico del Instituto Nacional de Revisionismo
Histórico Argentino e Iberoamericano “Manuel Dorrego” de reciente creación y le deseo que tenga el
mayor de los éxitos en su gestión.
Debo disculparme también por no haberle contestado con la prontitud que
merece, a su pregunta sobre que opino de dicho Instituto. La demora se debió a
que para mí, por mi profesión de abogado, el mes de diciembre es muy complicado
y por eso recién ahora lo hago.
Por supuesto que considero necesaria –incluso “permanente”– la revisión
de la historia nacional, incluida la actual, tan tergiversada.
Con respecto a la creación de este nuevo Instituto, me parecería bien
que se dedicara al estudio de la vida y obra de Manuel Dorrego, ya que hay
mucho para investigar sobre este personaje histórico, pero me parece que se le
ha querido dar un estatus superior a los Institutos ya existentes. Pero sí,
caben las siguientes preguntas: Las decisiones de este nuevo Instituto, serán
inapelables?, será un Súper Instituto?
Me parece que el Instituto Rosas con una antigua y aquilatada
trayectoria de más de setenta años, hacía innecesaria la existencia de otro
Instituto que se le superpusiera y lo mismo puedo decir con respecto a otros
Institutos Históricos (Perón, Eva Perón, Yrigoyenista).
Le voy a ser sincero, mucho no me ha gustado que la creación de este nuevo
Instituto, lo sea a la sombra de un gobierno, que a mi entender –y disculpe mi
franqueza– nada tiene de rosista y revisionista, es más, creo que está en sus
antípodas. Para hacer tal afirmación, veo a nuestra Patria sumida en el
desorden, la anarquía, la inmoralidad, la banalidad, la deshonestidad de sus
gobernantes, el desapego a la ley, la destrucción de instituciones básicas de
una sociedad, la trasgresión por doquier, la mentira institucionalizada, etc,
etc. y nuestras autoridades, muy por el contrario de intentar revertir esa
situación, la profundizan.
La idea que yo tengo de lo que debe ser la historia, como el estudio de
hechos ocurridos, para su análisis y posterior enseñanza, debe estar
íntimamente vinculado a la verdad. La historia debe ser “verdad”, de lo
contrario, no sirve… por lo menos para mí.
Me parece que desde la esfera oficial se está intentando hacer una
“historia” nueva, donde la verdad ha sido reemplazada por la “memoria”,
totalmente parcializada y tergiversada. Esta “historia”, cuenta tras de sí con
un formidable aparato de propaganda –con medios oficiales y no oficiales- que
día a día machacan diferenciando entre “buenos” y “malos”, en una nueva
historia al estilo mitrista, intentándose crear también nuevos “proceratos”
intocables.
Inclusive estamos viendo como Perón, entre los mismos “peronistas” está
siendo desplazado a un segundo lugar. El “Perón Vence: la P arriba de la V ”
está siendo reemplazada por el “Kirchner Vence: La K arriba de la V ”, como he
visto pintado en algunas paredes de mi Ciudad. Me remito también a las palabras
de la Señora Presidente cuando días pasados, se refirió a la inexistencia del
derecho de huelga en la época de Perón.
Me parece bien que desde el gobierno se destaquen las figuras de Rosas,
San Martín y demás patriotas, pero me parece que más importante que ello, sería
que desde el gobierno se imitaran sus conductas (si bien reconozco que lograr
ello es bien difícil) como el actuar honesto y serio de Rosas en el manejo de
la Administración -ya que de ser una de las personas más ricas de nuestro país
en aquél momento pasó a ser después de ser derrocado una persona humilde que se
ganaba el pan con su trabajo personal, Rosas fue un servidor de su país y por
el cual perdió su fortuna, legítimamente hecha- y no como ahora que los
funcionarios multiplican su patrimonio año a año y a nadie se le mueve un pelo.
De todas formas, creo también que hay que ver el actuar de este nuevo
Instituto de ahora en más y espero que la Verdad histórica sea su meta y que
demuestre su independencia de todo gobierno de turno.
Lo saludo con la mayor cordialidad y aprovecho también para reiterarle
junto a su familia, un Nuevo Año, con paz, salud, amor.
Norberto Jorge Chiviló