domingo, 1 de marzo de 2015

Protagonistas Principales - Venancio Flores - Barón de Tamandaré - Leandro Gómez

 Publicado en el Periódico El Restaurador - Año IX N° 34 - Marzo 2015 - Pags. 4 a  6 

PROTAGONISTAS PRINCIPALES


VENANCIO FLORES

Nació el 18 de mayo de 1808, en Trinidad, Banda Oriental, Virreinato del Río de la Plata. 

Luchó en la Cruzada de los Treinta y Tres Orientales al mando de Juan Antonio de Lavalleja.

En 1839 fue designado jefe político del departamento de San José. 

Durante la llamada Guerra Grande apoyó a Fructuoso Rivera, contra Oribe y Rosas. Intervino en la batalla de Cagancha donde Rivera derrotó al ejército blanco-federal a las órdenes del gobernador de Entre Ríos, Pascual Echagüe.

En 1853, -y finalizada ya la Guerra Grande-, con la renuncia del presidente Juan Francisco Giró integró un Triunvirato junto a Lavalleja y Rivera y cuando estos fallecieron quedó como único integrante del Ejecutivo de su país hasta 1855, cuando fue elegido luego por la Asamblea Legislativa para completar el período presidencial  de Giró (hasta el 1° de marzo de 1856).

En 1856 se radicó en Entre Ríos, interviniendo en la política argentina donde apoyó el presidente Mitre, siendo uno de los militares orientales junto a Iseas, Arredondo, Paunero y Sandes que le sirvieron. 

Luchó en Pavón con el ejército de Buenos Aires al mando de Mitre el 17 de setiembre de 1861, donde Urquiza victorioso en el campo de batalla, se retiró como derrotado y poco más de dos meses después -el 22 de noviembre- los mitristas al mando de Flores, sorprendieron a los federales mientras estos dormían, pasando a degüello a 300 hombres en Cañada de Gómez -Pcia. de Santa Fe-.

Posteriormente el presidente Mitre envió a estos militares uruguayos al interior del país para luchar contra los levantamientos federales, donde no ahorraron sangre de gauchos y pasaron a degüello a miles de riojanos, catamarqueños y cordobeses.          

El 19 de abril 1863, con la complicidad de Mitre, Flores pasó al Uruguay y desde el Rincón de las Gallinas -cercano a Fray Bentos-, inició su "Cruzada Libertadora" para derrotar al presidente constitucional Berro, desatando así la guerra civil, con el concurso también de los brasileros, quienes pretendían tener injerencia en los asuntos internos del Uruguay para favorecer a sus intereses.

Paysandú





Entrada de Flores en Montevideo el 20 de febrero de 1865. Óleo de Pietro Valenzani. Museo Histórico Nacional de Montevideo. Casa de Rivera.







Se fueron sucediendo los enfrentamientos militares entre ambas facciones, en una breve pero violenta guerra, en forma cada más favorables para Flores. Cuando el 4 de agosto de 1864, tomó la plaza de Florida, los defensores fueron fusilados por orden de Flores. Por último y después de tomar algunas ciudades, el 20 de febrero de 1865 ingresó en Montevideo junto a los brasileros. Su proclama concluía "¡Viva el Emperador del Brasil!". Así se hizo con el gobierno de su país, estableciendo un gobierno provisorio -que en realidad era una dictadura, que se extendería hasta 1868.

Como contrapartida a los servicios que recibió del Imperio del Brasil para tomar el poder involucró a su país en la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay, donde participó en las batallas de Estero Bellaco, de Tutuyí, de Boquerón y Curupayty donde sus tropas fueron severamente derrotadas por los paraguayos.

Durante su gobierno se sancionaron los códigos Civil y de Comercio, se estableció la comunicación telegráfica con Buenos Aires, se puso en funcionamiento una línea de tranvías.

Falleció, muerto a puñaladas en Montevideo el 19 de febrero de 1868 -cuatro días después de dejar la presidencia- , en circunstancias poco claras. Algunos autores atribuyen esta muerte a la desinteligencia entre Flores y algunos colorados que se sintieron relegados en su gobierno.

Paysandú
Asesinato del Gral. Flores. Óleo de Juan Manuel Blanes
Muchos orientales consideran al Gral. Venancio Flores como el "traidor más grande del Uruguay".

Un hecho tragicómico sucedió con respecto a los restos de Flores, según se cuenta en la página web: www.enlacesuruguayos.com/Gral.Flores.htm. Dice así: "Año de 1868. La muerte del General Venancio Flores obligó a que se desarrollaran 'Honores fúnebres de Ordenanza' .

En la imagen -muy mala por cierto y de tamaño original- se aprecia al 'Batallón Constitucional' rindiéndole honores al cuerpo embalsamado del difunto.

Paysandú
El "cadáver" del general Flores, al momento de rendírsele honores militares
Pero lo que aparece como un cuerpo en posición de 'firme' -como convenía a un general de la época- de pie, con sombrero de desfile en su mano y en medio de su féretro, era en realidad un muñeco de paja al que se le cosió la cabeza del muerto.

El médico alemán Carl Brendel (1835-1922) que ofició como embalsamador, relata en sus memorias que :'No se pudo hacer mucho , debido al calor intenso, el cuerpo se pudrió'. 

Entonces le cortó la cabeza al muerto, colocó el cuerpo en alcohol adentro de un tonel y lo suplantó con un muñeco de paja uniformado. 

Costó mantenerlo firme al principio, por lo que se optó por un poste que se le incrustó de madera a la manera de un espantapájaros.

En algún momento del velatorio oficial hubo que correr el féretro hacia otra sala, entonces el muñeco se zafó, se desparramó y tuvieron que atornillarlo a la altura de los hombros con alambres y clavos.

Con la cabeza hubo menos suerte, el calor terminó rodeándola de moscas y como quedó mal ajustada, se hundió totalmente podrida entre la paja y los brillos dorados del uniforme de gala. 

Finalmente, el cuerpo abandonado en el tonel apestaba de tal forma que terminaron por enterrarlo de noche y en secreto.

La historia oficial no registró estos inconvenientes, pero los funerales acordados por la Comandancia General de Armas para el miércoles 26 de febrero, quedaron suspendidos en vista de que los médicos 'indicaban lo peligroso que sería' debido a la posible epidemia de tifus que asolaba a la población oriental todos los veranos" .

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Barón de Tamandaré

Paysandú
Fotografía de 1873
Joaquim Marques Lisboa, Barón de Tamandaré, nació en Río Grande, Principado-Virreinato del Brasil, el 13 de diciembre de 1807 y falleció en Río de Janeiro, República de los Estados Unidos del Brasil, el 20 de marzo de 1897.

A los 16 años ingresó como voluntario en la marina imperial, llegando a ser nombrado almirante y es reconocido como héroe nacional y máximo referente de su marina, siendo el día de su nacimiento el "Día del marinero brasileño".

Participó en confrontaciones internas del Brasil y en el plano externo luchó en la primera guerra contra las Provincias Unidas del Río de la Plata -siendo teniente segundo participó en el combate del Cerro de la Caballada, en Carmen de Patagones-; contra la República Riograndense  (intento secesionista en Brasil); contra Rosas y Oribe. En 1854 fue designado comandante de las fuerzas navales estacionadas en el Río de la Plata y en tal carácter participó en el asedio y ataque a Paysandú. 

En junio de 1865 fue botado el Acorazado Tamandaré que fue el primero en su tipo construido en Brasil, e intervino en la guerra contra el Paraguay y que lleva su nombre en su homenaje.

En la guerra contra el Paraguay, comandó las fuerzas navales aliadas, actuando en las acciones de Paso de la Patria, Riachuelo, donde prácticamente fue destruida gran parte de la flota paraguaya y en Curuzú y Curupayty.

Por sus servicios al Imperio le fueron otorgados diversas distinciones y títulos como el de conde y después el de marqués.

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Leandro Gómez

Paysandú
Mausoleo de Gral. Leandro Gómez en la plaza principal de Paysandú,
frente a la "Iglesia Nueva"


José María Leandro Gómez, nació el 11 de marzo de 1811 en Montevideo, cuando esa ciudad, que formaba parte del Virreinato del Río de la Plata, se encontraba bajo las órdenes del virrey Francisco Javier de Elío y estaba sitiada por las tropas revolucionarias de Artigas.

Producida la independencia de la Banda Oriental, fue militante del Partido Blanco (actual Partido Nacional) y como tal fue hombre de confianza del presidente Manuel Oribe. Desde 1837 formó parte de la Guardia Nacional.

A raíz de la revolución encabezada en 1838 por el expresidente, general Fructuoso Rivera, del partido colorado, quien contó con la ayuda militar y diplomática francesa contra el presidente constitucional Manuel Oribe, que significó el derrocamiento de este último de la primera magistratura, Oribe se refugió en Buenos Aires, ya que era amigo del gobernador porteño Juan Manuel de Rosas, quien siempre lo consideró legítimo presidente constitucional del Uruguay y fue su aliado para que retomara la primera magistratura.

Se produjo así lo que en la historia uruguaya se conoce como Guerra Grande, encontrándose enfrentados en ella: los blancos orientales y los federales argentinos por una parte con Oribe y Rosas, contra los colorados de Rivera por la otra parte, a quien secundaban los unitarios argentinos expatriados y residentes en Montevideo y que contaba principalmente con el apoyo de tropas francesas y de otras nacionalidades como la Legión italiana de Garibaldi, -muchos de ellos mercenarios-, recibiendo con posterioridad ayuda de la armada inglesa. Paralelamente en nuestro país, se producía la primera intervención francesa -con el bloqueo del litoral marítimo- y la campaña del general Juan G. Lavalle con su "Ejército Libertador".

Gómez, quien había seguido a Oribe a Buenos Aires, participó bajo sus órdenes en la campaña que se llevó a cabo por parte de fuerzas argentinas y de blancos orientales contra Lavalle, participando así como ayudante de campo de Oribe en la batalla de Arroyo Grande.

Llevada ya la guerra a suelo oriental y al establecerse en 1843 el sitio de Montevideo, con el establecimiento del gobierno paralelo al de Rivera (conocido como Gobierno de la Defensa), por parte de Oribe en el Cerrito de la Victoria, (denominado Gobierno del Cerrito), Gómez fue designado Oficial Ayudante del general, ocupando otros cargos hasta la capitulación ante Justo J. de Urquiza -quien se había alzado contra Rosas- de ese ejército sitiador el 8 de octubre de 1851, hecho que dio fin a la Guerra Grande.

En 1857, fue uno de los fundadores de la logia masónica "Jorge Washington" de Concepción del Uruguay.

Tras estar un tiempo alejado del ejército, fue reincorporado y en 1858 promovido al grado de sargento mayor y un año después al de teniente coronel y en 1860 al de coronel y más tarde fue designado Oficial Mayor del Ministerio de Guerra y Marina.

En 1863 se produjo el levantamiento -promovido desde Buenos Aires- del general Venancio Flores  contra el gobierno legítimo de Bernardo P. Berro. Gómez, leal al gobierno fue destinado como Adjunto del Estado Mayor del ejército, participando ya como coronel en el combate de Las Cañas, donde las fuerza gubernistas fueron derrotadas, pero retirándose hacia la ciudad de Salto, donde fue destinado como Comandante Militar de esa ciudad y al poco tiempo transferido con el mismo cargo a la ciudad de Paysandú, con un gran desempeño en la defensa de esa plaza ante las fuerzas floristas e imperiales.

Ante el agotamiento de las fuerzas a su mando y ante la imposibilidad de seguir defendiendo a la martirizada ciudad, fue tomado prisionero por los brasileros, pero luego Gómez fue fusilado con algunos de sus oficiales el 2 de enero de 1865, por fuerzas orientales coloradas, no obstante que se les había garantizado la preservación de sus vidas.

Instantes antes de ser fusilado, le entregó su reloj a su verdugo Francisco "Pancho" Belén, para “que lo tenga de recuerdo mío. Es muy bueno. No sea cosa que una bala de la ejecución, lo pueda romper”. Así era el temple de este valiente.

Después del fusilamiento, sus restos fueron  enterrados en una fosa común en el Cementerio Viejo -hoy Monumento a Perpetuidad- pero a los pocos días fueron exhumados y preservados, escondiéndoselos para evitar profanaciones, llegando por diversas trasladados a Concepción de Uruguay -provincia de Entre Ríos-, siendo llevados al panteón de su familia en el cementerio central de Montevideo en 1884, siendo recibidos en forma apoteótica. Ochenta años después, en 1984, fueron llevados a Paysandú, depositándose en una urna en el mausoleo levantado en su homenaje, ubicado en la plaza Constitución, frente a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario (ver foto de la pág. 2, donde se puede apreciar cómo había quedado la Basílica, después del bombardeo a la ciudad).

Durante su estancia en Buenos Aires, en 1842 Gómez -admirador de Artigas- había adquirido la espada que la provincia de Córdoba le había obsequiado a Artigas en 1815 en gratitud y reconocimiento por los servicios prestados a la patria. Cuando en noviembre de 1856, los restos de Artigas -que en 1855 habían sido repatriados desde el Paraguay- fueron sepultados en el Panteón Nacional en Montevideo, en una nota dirigida al presidente de la República, acompañando esa espada, le dijo: "Acompaño esta espada con la más alta expresión de la admiración profunda que debo a la memoria del patriarca de la libertad y de la independencia de nuestra patria".

Su figura es exaltada -particularmente por los miembros del ahora Partido Nacional, otrora Blanco- como uno de los grandes héroes de la historia uruguaya, por su gran y patriótico desempeño al frente de la defensa de Paysandú, ya que este hecho rebosante de gloria y valentía ha entrado por la puerta grande de la historia rioplatense.

Paysandú
La Comandancia de Leandro Gómez