REVOLVIENDO LA BIBLIOTECA
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En esta sección que llamamos "Revolviendo la biblioteca", incluimos distintos artículos de gran interés histórico, poco conocidos por el público en general, publicados hace ya muchísimos años.
El 12 de junio de 1986, se públicó en el diario La Prensa, un artículo sobre el ataque por la aviación argentina al HMS Sheffield.
Versión sin fundamento
La incuestionable verdad acerca del "Sheffield"
por Humberto José Barbuzzi
Días atrás, más precisamente el 16 de mayo último, medios de prensa locales se hicieron eco con alguna exuberancia, de una versión difundida por el diario inglés “Daily Mirror” La misma reveló que una llamada telefónica al cuartel general de la flota en Londres, autorizada por el comandante del “Sheffield” costó el hundimiento de esta nave durante la guerra de las Malvinas. La noticia agrega que su excapitán Sam Salt “padeció muchas noches de insomnio desde ese episodio” y que se sentía muy culpable.
De acuerdo con la narración del hecho bélico por parte del mencionado periódico debida a una desafortunada coincidencia durante el llamado telefónico en que el sistema radar quedo transitoriamente desconectado pues las dos señales operan con la misma frecuencia, un avión argentino atacó a la nave con un misil Exocet. Si el radar hubiese funcionado, así agrega el parte, “se habría contado con 100 segundos de tiempo para eludir el ataque”.
Esta extraña narración carece de seriedad y solamente puede engañar a incautos o legos en la materia, pero de ninguna manera a un profesional naval.
No fue solamente el excapitán Salt el que sufrió de “insomnio” sino también toda la armada real, por cuanto el ataque de la aviación naval argentina puso en descubierto algo mucho más grave aún, esto es, la vulnerabilidad de la flota británica en su sistema de defensa, considerada inexpugnable hasta ese momento. Tan fue así que a partir de ese hundimiento se produjo una sustancial modificación en el empleo de sus fuerzas navales cambiando totalmente sus dispositivos, en particular la ubicación de sus buques y un tremendo esfuerzo adicional para contrarrestar la nueva amenaza argentina, ahora conocida.
Es indudable que con esta pseuda propaganda británica, también se trata de minimizar lo que ha sido el primer lanzamiento exitoso de un misil aire-superficie desde un avión y consecuentemente, el hecho bélico de mayor trascendencia en la historia de la guerra moderna, por cuanto esta nueva y fulgurante técnica nunca había sido utilizada por país alguno con anterioridad. Se había abierto al mundo un capítulo nuevo en la doctrina de las operaciones aeronavales y la era misilística iniciada en la Segunda Guerra Mundial había alcanzado una nueva dimensión.
Muchos recuerdan que las V 2 alemanas dejaron su lugar pico cuando el 21 de octubre de 1967 el misil soviético “Styx' disparado desde lanchas patrulleras egipcias, produjo el hundimiento del destructor israelita “Eilat” frente a Port Said. Quince años más tarde. el lanzamiento de los Exocet en el Atlántico sur. señaló un nuevo pico de la guerra, desalojando al anterior de su sitial y demostró que ya no era posible concebir armas de combate si no se lo hacía acorde a un sistema totalmente integrado, en este caso, avión explorador - avión de ataque y misil.
Dos Super Étendard en operaciones durante la guerra de Malvinas |
Historia de las operaciones
Pero vayamos un poco a la historia de las operaciones dentro de una explicación corriente y accesible al común de las personas.
La Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque se incorpora a la armada a fines de 1981 luego de recibir los aviones Super Étendard y pilotos de Francia. A mediados de abril de 1982, ya iniciada la Guerra de las Malvinas, se esperaba la llegada de la misión técnica de la firma Aerospatiale para asegurar, según contrato, el correcto funcionamiento del sistema avión misil Exocet. La no venida de los franceses por presión británica, negó la posibilidad de contar con la experiencia de los diseñadores y fabricantes, y ello tranquilizo a la armada real que considero imposible la puesta en marcha del proyecto desatendiendo ésta latente amenaza.
El relato de la preparación del misil, el adiestramiento de los pilotos navales argentinos y la planificación operativa de las misiones luego cumplidas, no son propósito de este artículo, que por otra parte fueron explícitamente abordados por el entonces comandante de la escuadrilla, capitán de fragata Jorge Luis Colombo en el “Boletín del Centro Naval” N° 733. Cabe mencionar que por pedido del director de la Escuela de Guerra Naval de los Estados Unidos, aquella institución autorizó la reproducción de dicho artículo en la revista de esta escuela.
Las misiones que cumplieron los Super Étendard en la Guerra de las Malvinas fueron tres: 1) El ataque al destructor “Sheffield” el 4 de mayo de 1982 a las 11.04 hs. Esta unidad no se encontraba sola por cuanto en la pantalla radar se divisaron en total dos buques medianos y uno grande 2) el ataque al portacontenedores “Atlantic Conveyor” el 25 de mayo de 1982 a las 16.32 hs y 3) El ataque al portaaviones “Invincible” el 30 de mayo de 1982. En los dos primeros fueron lanzados dos misiles Exocet, uno por cada avión, y en el tercero un solo misil el ultimo disponible Esto lo conocía muy bien la armada inglesa por cuanto Francia no había completado la provisión de los lotes de misiles. Las tres misiones se cumplieron exitosamente, si bien el impacto al “Invincible” no alcanzó a producir el hundimiento de esta nave, lo cual no hubiera sido así de haberse tenido disponible un Exocet más.
Las tres misiones de los Super Étendard tuvieron las mismas características decolaje desde Río Grande en absoluto silencio y con total ausencia de comunicaciones radioeléctricas para evitar la detección enemiga, reabastecimiento de combustible en vuelo, aproximación al área de lanzamiento casi rozando el agua a una velocidad de 1000 km h. lanzar a una distancia segura de impacto sin ser detectados de acuerdo con los blancos en la pantalla radar que funcionaba a intervalos irregulares, falta de interferencias electrónicas enemigas que evidenciaba una sorpresa total y vuelta a la base sin ser molestados antes ni después del lanzamiento En los tres casos los buques ingleses recibieron los ataques por sectores no esperados y muy alejados de su eje de defensa antiaérea, poniendo en ejecución las aeronaves argentinas con sumo éxito, las dos características operativas más apreciadas, la sorpresa y la discreción.
Características del “Sheffield”
El destructor “Sheffield” era la más moderna unidad de superficie de la marina británica. Disponía de seis radares sofisticados para la obtención y elaboración de la información aérea, superficie y submarina enemiga, a más de los equipos radigoniométricos y satelitarios. Todos ellos dentro de un proceso de acopio y presentación a través del uso de computadoras, cuyo sistema puede asumir incluso el mando directo de control tiro y de las armas (misiles, batería de artillería, torpedos, cohetes y bombas de profundidad). Y lo más notable para el caso que nos ocupa, es que la información relativa a la presentación táctica obtenida desde otras unidades, puede trasmitirse automáticamente al sistema mediante los llamados “Radio Data Links” con lo cual dicho sistema, en forma recíproca, puede también enviar datos a otros buques. A ello deben agregarse los equipos de contramedidas electrónicas de alto desarrollo de que disponen los buques británicos que les permiten un prolijo procesamiento de cualquier emisión por medio de las mismas computadoras.
Varias sorpresas
Es indudable que los británicos se encontraron con varias sorpresas. En primer lugar nunca creyeron en la posibilidad de que el equipo técnico argentino estuviera capacitado para poner en marcha el complejo sistema avión-misil. En segundo término, la defensa en profundidad que elaboró la flota británica no le posibilitó la detección de las aeronaves argentinas, siendo varias veces perforado el sofisticado anillo electrónico y antimisilístico que la protegía. Cuarto los últimos recursos de defensa final tampoco se pusieron en práctica, no solo en un posible y casi milagroso cambio de rumbo para eludir el impacto del Exocet, sino incluso en la falta de lanzamiento de los cohetes de tres pulgadas que proveen una cortina antirradar cercana alrededor del buque y actúa como un eco falso desorientando al misil. Ni la información propia ni la de los buques próximos al “Sheffield” posibilitó el preaviso suficiente para la utilización de estos dos ultimos recursos de emergencia.
En el destino final del “Sheffield” nada tiene que ver la comunicación telefónica con Londres. Tampoco es posible pensar que una flota de la magnitud de la inglesa pueda quedar inerme por una llamada telefónica, por más importante que sea la misma. La posibilidad de utilización de un “misil sebo” como también señala la noticia periodística, requiere de todas maneras una detección previa con tiempo suficiente para su lanzamiento, que como dijimos antes no dispuso la armada británica a raíz de las tácticas desplegadas por los aviones navales argentinos, no solamente en una sino en tres oportunidades. Y esto es lo definitivo.
Cuatro aviones Super Étendard y cinco misiles Exocet constituyeron todo el capital operativo para el desarrollo de las misiones más exitosas en la Guerra de las Malvinas. Una operación eficaz ejecutada por profesionales. El sistema avión explorador - avión de ataque demostró su contundencia, empleando un medio totalmente nuevo en la guerra naval del Atlántico sur.
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