El presente artículo fué publicado
en la revista TODO ES HISTORIA N° 622
del mes de setiembre de 2019
Levantamiento
de hacendados del sur bonaerense durante el bloqueo francés
Por Norberto Jorge Chiviló
Este año se cumple el 180° aniversario del levantamiento de los
hacendados en el sur de la provincia de Buenos Aires en 1839, ocurrido durante
el segundo gobierno de Juan Manuel de Rosas.
Ese hecho tenía íntima relación con el bloqueo por fuerzas navales
francesas al “puerto de Buenos Aires y todo
el litoral del río perteneciente a
Tuvo sus causas aparentes y reales; las primeras fueron aquellas que
se esgrimieron por parte de la potencia agresora para justificar su accionar y
darle un tinte de legitimidad. Una era la pretensión de que se la reconociera
como nación mas favorecida, situación de la que solo gozaba
Hablamos de “causas aparentes”, pues solo eran el pretexto de las
causas reales: el expansionismo francés fogoneado por su monarca Luis Felipe de
Orleans con la búsqueda de nuevas tierras en donde establecer sus colonias y poblarlas
con franceses, la apertura de nuevos mercados para colocar sus productos
manufacturados y además lograr nuevas glorias para el pabellón tricolor y
reverdecer el honor y patriotismo francés, oscurecidos después de la derrota de
Napoleón años atrás.
La empresa no les resultó fácil ni sencilla, como en un principio
creyeron, porque estas tierras estaban gobernadas por Juan Manuel de Rosas, de
una voluntad inquebrantable y un férreo patriotismo, que no retrocedió “un tranco de pollo” ante la prepotencia
extranjera.
La heroica defensa de la isla Martín García, atacada por las fuerzas
bloqueadoras francesas el 11 de octubre de 1838, que con 550 hombres y con
mayores elementos, doblegaron a los 125 esforzados defensores mandados por el teniente
coronel Jerónimo Costa y el sargento mayor Juan Bautista Thorne, asombró a los propios
franceses. La defensa de la isla, fue reconocida por el comandante francés
Hipólito Daguenet, quien en una actitud de hidalguía, en una carta que dirigió
a Rosas, encomió el desempeño de las fuerzas nacionales en la defensa del
territorio cuyo cuidado sus autoridades le habían confiado.
El conflicto no fue tampoco sencillo para
Impulsor del expansionismo
El monarca francés, Luis Felipe de Orleans, ocupaba el trono en 1838
La estrategia gala
Los franceses, visto que el bloqueo no les reportaba los beneficios esperados,
trataron de crearle a la Confederación Argentina conflictos externos e
internos.
Entre los primeros podemos citar el apoyo que Francia siguió dando al
Mariscal Andrés de Santa Cruz –“el Cholo”–, “el
gran amigo de Francia en el Nuevo Mundo”, como lo llamaba la prensa de
París, quien se encontraba al frente de
Trataron de crear conflictos internos tentando a varios gobernadores
de
También los franceses dieron su apoyo irrestricto al partido unitario
en su lucha contra Rosas y el partido federal que representaban a la
nacionalidad argentina.
Rosas debió comandar ese barco –
En Montevideo residía una importante comunidad de “exiliados”
unitarios quienes el 20 de diciembre de 1838, formaron la “Comisión Argentina”
presidida por el general Martín Rodríguez y que integraron Julián Segundo de Agüero, Florencio Varela, Valentín Alsina y otros, al
que adhirieron posteriormente, prestigiosos militares como Juan Lavalle, Martiniano
Chilavert y José María Paz. Esta Comisión buscaba que Lavalle encabezara la
lucha armada contra Rosas. En un primer momento, Lavalle había sido crítico de
la ocupación francesa a la isla de Martín García y de la actitud de los
emigrados argentinos unitarios que la apoyaron, pero luego dejó de lado sus
pruritos patrióticos y se puso a las órdenes de Fructuoso Rivera y por ende de los
franceses, recibiendo de éstos ayuda en dinero, medios y transporte.
De traiciones y conjuras
El 2 de julio de 1839, Lavalle con su división desembarcó en Martín
García, ocupada por los galos, y de allí tres días después pasó a Entre Ríos, donde
no encontró la adhesión de la población que tanto esperaba. Dijo el unitario
Francisco Pico: “No hay en Entre Ríos una
sola montonera a favor del ejército libertador [así llamaban al ejército
de Lavalle] La autoridad de los libertadores no se siente fuera de su campo”.
Fracasada la empresa en Entre Ríos, Lavalle se dirigió a Corrientes,
donde su gobernador Pedro Ferré se pronunció contra Rosas el 6 de octubre y pidió
el apoyo del jefe de la escuadra bloqueadora francesa, para el envío de navíos
por el Paraná, lo que los franceses no pudieron concretar porque les era muy dificultosa
la navegación en ese río y por la existencia de una batería argentina en
Rosario.
Después del fallecimiento del gobernador de Santa Fe, general Estanislao
López ocurrido el 15 de junio de 1838, lo sucedió Domingo Cullen, quién ejerció
ese cargo durante tres meses. Ya con anterioridad Cullen había entrado en
contacto con el gobernador correntino Genaro Berón de Astrada y con los
franceses para lograr el levantamiento del bloqueo a su provincia y llegar a un
entendimiento con los invasores –había colaborado también con Dubué– , lo cual era
conocido por Rosas. Posteriormente, Cullen fue apresado y fusilado el 21 de
junio de 1839 en la posta de Arroyo del Medio.
El 31 de diciembre de 1838, el gobernador correntino Berón de Astrada
y el presidente oriental Fructuoso Rivera, firmaron un tratado secreto de
alianza ofensiva y defensiva, cuyo destinatario era evidentemente Rosas, a
quien declararonn la guerra a fines de febrero de 1839. El 31 de marzo el gobernador
de Entre Ríos, Pascual Echagüe, leal a
El complot era amplio y complejo. En Buenos Aires también se
conspiraba contra Rosas y no pocos federales participan de él. El plan
consistía en que debía realizarse un levantamiento simultáneo en la ciudad y en
la campaña del sur de la provincia donde los hacendados estaban descontentos no
solo por los problemas económicos que el bloqueo les ocasionaba, sino también
por la política de Rosas sobre la tierra pública.
Ese movimiento insurreccional debía comenzar cuando Lavalle con sus
fuerzas marchara sobre Buenos Aires. Pero el Gobernador que estaba en
conocimiento de la conjura que se gestaba en la ciudad, hizo arrestar el 24 de
junio, al joven coronel Ramón Maza, una pieza clave e importante en el mismo, junto
con otros conspiradores.
Ramón era hijo del presidente de la Legislatura, el Dr. Manuel Vicente Maza, –quien también estaba involucrado en el complot– aunque era amigo personal
de Rosas de toda la vida.
En su despacho de la Legislatura, mientras estaba redactando su renuncia
Tres días después Manuel Vicente Maza, es asesinado por desconocidos
de una puñalada en el pecho, mientras se encontraba redactando su renuncia en
su despacho de
Según algunos historiadores ese asesinato del Presidente de
A raíz de esos hechos se ordenó un sumario, que Rosas decidió
suspender poco después atento la gran cantidad de personas complotadas. Dijo
Rosas: “De otro modo, habría sido preciso
ordenar la ejecución de no pocos federales y unitarios de importancia”.
La conjura del coronel Maza en la Ciudad fue un fracaso. Por su parte
Lavalle no se decidió a desembarcar en las costas de Buenos Aires y marchar
contra
El levantamiento debió ser adelantado
El bloqueo francés le producía al gobierno de la provincia de Buenos
Aires pérdidas importantes. El movimiento portuario se redujo notablemente, ya
que no se podía exportar ni importar y en consecuencia los derechos aduaneros
se ven mermados notablemente. Escasearon muchos artículos importados de uso
diario, entre ellos la harina y otros suntuarios como prendas, artículos de
tocador, vinos, etc. Pero abundaba la carne y el pueblo llano solo comía carne;
es decir fueron las clases más acomodadas las que no pudieron adquirir
artículos importados que compraban regularmente.
El gobierno debió equilibrar las finanzas públicas y solo aumentan los
gastos destinados a la defensa.
El principal producto de exportación de la época era el derivado de la
explotación ganadera: la carne salada o tasajo, el sebo y en mayor medida los
cueros.
Debido al bloqueo, los estancieros y saladeristas se vieron impedidos
de poder vender y exportar su producción, por lo cual los cueros se pudrían en
las barracas.
Familiares y amigos de Rosas, le aconsejaban arreglar rápidamente la
cuestión con los franceses, porque esa situación ponía en riesgo el capital de
los hacendados. Juan Nepomuceno Terrero, su amigo y socio le informaba y pedía:
“Las pilas de cueros se están pudriendo.
Si sigue el bloqueo terminaremos por arruinarnos. Debes transar con los
franceses”.
Rosas era uno de los hacendados mas importantes de la provincia y el
bloqueo también lo perjudicaba económicamente, pero no era hombre de anteponer
su interés particular ni de clase al interés de la Nación. A Rosas solo le
interesaba el honor de
Un siglo más tarde, esta actitud de Rosas trastocará el pensamiento de
todos los sostenedores del materialismo histórico, quienes no podrán explicar
esta oposición y enfrentamiento de Rosas a los de su misma clase social y por
el contrario justificarán a quienes se aliaron a la potencia colonialista.
La llamada “historia oficial” designa ese levantamiento como el de
“Los Libres del Sur” al que le asigna connotaciones patrióticas y libertarias,
cuando en realidad los fines no son otros que económicos y comerciales y que se
da en el marco de un conflicto internacional y en connivencia con la potencia
que en ese momento agredía injustamente –y esto hay que recalcarlo–, a
En esas circunstancias se produce el levantamiento de los hacendados
acaudillados por Pedro Castelli, hijo del vocal de
El levantamiento que debía estallar el 6 de noviembre de 1839 se
adelantó algunos días por los hechos acaecidos en la ciudad de Buenos Aires, sabiendo
los complotados que Rosas ya tenía conocimiento de todo lo que se tramaba. Se
produjo el 29 de octubre en horas de la madrugada en Dolores con el
pronunciamiento de Rico y el día 2 de noviembre en Chascomús por el comandante
José Mendiola y tiene en esos dos pueblos sus focos principales.
Reclamaron la ayuda de Lavalle y su ejército y pidieron también al
contraalmirante francés Louis Leblanc, jefe de las fuerzas bloqueadoras, el
envío de naves francesas a la boca del río Salado para apoyarlos.
Por su parte Rosas envía a su hermano Prudencio al mando de una
disciplinada y bien armada fuerza a quien se le agregó después una fuerza
militar al mando del coronel Nicolás Granada y otros jefes, en busca de los
insurrectos, a quienes vencen el 7 de noviembre después de tres horas de
combate en la batalla de Chascomús que se desarrolló en las orillas de la
laguna homónima. Ambrosio Crámer murió en la acción y Castelli huyó y trató de
ocultarse. Tres días después se recuperó el pueblo de Dolores y el día 14 fue tomado
Tandil. Al día siguiente Prudencio Rosas escribe al edecán de su hermano, el coronel
Manuel Corvalán, dando cuenta de las novedades y del fin de la rebelión: "El
principal cabecilla motinero salvaje unitario Pedro Castelli había sido
encontrado en una isleta de monte y, habiéndose resistido a entregarse,
fue necesario matarle y cortarle la cabeza, que me fue presentada, la que
reconocida por mí, por
infinitos que lo conocían y por un peón que lo acompañaba, y que había sido
aprehendido, la remitió el general que firma a Dolores para que el comandante político y militar
de ese pueblo la coloque en un palo en
medio de la plaza del pueblo,
lugar donde estalló el motín, para escarmiento de esos malvados salvajes unitarios".
Después de la derrota, el comandante Rico y unos 900 hombres se
dirigieron al Salado y embarcaron en las naves francesas que los esperabn.
Fueron trasladados a Montevideo, donde se incorporaron a las fuerzas
militares comandadas por el general Lavalle.
Por otra parte, los vencidos recibieron un trato bastante indulgente
del gobierno y muchos que después de la acción pasaron a Montevideo, regresaron
años después, sin ser molestados por nadie.
Bibliografía
Alén Lascano, Luis C. “Los
Libres de Sur: Una conspiración de hacendados”,
publicado en la “Revista del Instituto Nacional de Investigaciones
Históricas Juan Manuel de Rosas” Nº 66.
Doallo, Beatriz C. “Traición en el Sur”, publicado en la “Revista del
Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas” Nº 61.
Saldías, Adolfo. “Historia de
Las Partidas de Alfonso "el Sabio"
Las
Partidas abarcaban todo el saber jurídico de la época y es la obra jurídica más
importante de la Edad Media, y rigió en España e Hispamérica hasta que tuvieron
lugar las codificaciones en los distintos países.
Su
redacción demandó aproximadamente el trabajo durante diez años por una comisión
de juristas, bajo la dirección de Alfonso X.
Se
divide en 7 Secciones, por lo cual también se la conoce con este otro nombre
“Las Siete Partidas”.
La
última Partida, dedicada al derecho penal y procesal penal, tiene 34 Títulos y
363 Leyes. El Título 2, trata de las traiciones y dice “Traición es una de los mayores yerros y denuestos en que los hombres
pueden caer… y ennegrece y mancilla la fama de los que de aquel linaje
descienden, aunque no tengan en ello culpa, de manera que siempre quedan
infamados por ello”.
La
Ley 1 corresponde al peor de los delitos, la “Laese maiestatis crimen [Crimen de lesa majestad o de lesa patria]… la traición es la más vil cosa y la peor que puede caer en corazón de
hombre… La segunda manera es si alguno se pone con los enemigos para guerrear o
hacer mal al rey o al reino, o les ayuda de hecho o de consejo, o les envía
carta o mandado por el que los aperciba de algunas cosas contra el rey, a daño
de la tierra…”
La
Ley 2, complementando a la anterior, establecía la pena: “Cualquier hombre que hiciese alguna de las maneras de traición que
dijimos… debe morir por ellos… Y además todos sus hijos que son varones deben
quedar infamados para siempre…”