lunes, 1 de septiembre de 2014

Centenario de la Biblioteca Popular de General San Martín

 Publicado en el Periódico El Restaurador - Año VIII N° 32 - Setiembre 2014 - Pags. 12 a 16  

"...fomentar la ilustración y la cultura general"

1914-2014 Centenario de la Biblioteca Popular de General San Martín, por Norberto Jorge Chiviló *

100 Aniversario de la Biblioteca Popular de Gral. San Martín
Fotografía del edificio de la Biblioteca, aproximadamente en 1940.
Nótese las vías del tranvía sobre la calle Las Piedras, actual calle Dr. Ramón Carrillo.
En ese esquina funciona actualmente el bar y restaurant "La Biblioteca"


Dentro de muy pocos días, el 4 de octubre, se cumplirá un nuevo aniversario de la fundación de la Biblioteca Popular de General San Martín; pero este no es un aniversario más, ya que se festejarán los primeros 100 fecundos años de vida institucional.

¿Cómo era el San Martín de 100 años atrás?, ¿qué pasaba en el mundo y en nuestro país?, ¿cómo se fundó la biblioteca?


El San Martín de antaño

A principios de la segunda década del siglo pasado, el Partido de General San Martín, tenía entonces 99 kilómetros cuadrados de superficie y una población de 48.000 habitantes. El pueblo homónimo, cabecera del Partido, que había sido declarada ciudad por ley de la Legislatura provincial el 25 de octubre de 1911, tenía la forma de un damero y se extendía desde las vías del entonces llamado ferrocarril Central Argentino (por el noreste), hasta las calles Balcarce/Nueve de Julio -actual Av. Dr. Ricardo Balbín- (por el sudoeste) y desde Perdriel (por el sudeste) hasta Tres de Febrero -actual Av. Juan D. Perón- (por el noroeste). 

En ese entonces la ciudad se encontraba en medio del campo y conservaba las características de un pueblo de campaña. Se encontraba separada de la Capital y de las localidades vecinas como Belgrano, Morón y San Isidro, por una vasta extensión de campo, en el que existían chacras, tambos y potreros.

Por aquella época, muchas familias acomodadas domiciliadas en la ciudad de Buenos Aires, tenían casa en San Martín, a donde venían a vacacionar.

Si bien a principios de la década del 40 del siglo XIX, la zona había tomado una importancia considerable con la instalación del cuartel de los Santos Lugares de Rosas -actual localidad de San Andrés-, que fue lugar de entrenamiento del ejército de la Confederación Argentina, con sus talleres de herrería, carpintería, talabartería y demás que abastecían a ese ejército y que llegó a congregar a aproximadamente 5.000 habitantes, posteriormente y con la derrota en Caseros del Gobernador Juan Manuel de Rosas el 3 de febrero de 1852, la zona decayó y dejó de tener la importancia que había adquirido.

Con el correr de los años, y sobre todo con el fluir de corrientes inmigratorias venidas de Europa a fines del siglo XIX y principios del XX, y el paso del ferrocarril, el pequeño pueblo comenzó a crecer y a principios del siglo era una población conformada además de los criollos, por "tanos" y "gallegos", y en menor medida por "turcos" y "rusos" y se encontraba en una franca evolución. 

A mediados de la primera década del siglo pasado, el pueblo ya contaba con algunas calles empedradas en las proximidades de la bien cuidada plaza, como las calles Belgrano, San Martín, San Lorenzo y Mitre -no en su total extensión-; otras tenían mejorado y la mayoría eran de tierra. Ya había llegado la iluminación eléctrica y las aguas corrientes, mejoras edilicias obtenidas algunas de ellas durante la intendencia de Don Santiago Bonifacini. 

En la ciudad se mezclaban los comercios con las quintas y casonas con grandes parques, otras con una edificación más compacta y más moderna, incluso algunas casas de las familias más acomodadas contaban con planta alta, pero también proliferaban las casas más sencillas y humildes con pequeñas construcciones y jardín y también las había de adobe con techo de paja o tejas a la antigua usanza criolla, que poco a poco eran reemplazadas por otras mas cómodas y de mejor calidad habitacional. No había casa que no tuviere un limonero u otros cítricos y una pequeña huerta y gallinero y la mayoría tenían cercos vivos o alambrados. Eran comunes también las esquinas sin ochava (1).

  En las calles había pocos automóviles y sí muchos carros a tracción animal. Muchos negocios todavía tenían palenques o unas argollas amuradas a la pared para atar las riendas de los caballos (2). Carros con mercaderías y alimentos, surtían al vecindario de frutas y verduras, pan y leche, como así también de escobas, plumeros y artículos y pequeños muebles de mimbre.

El tendido del ferrocarril allá por 1876 había traído progreso en el pueblo, sobre todo por la construcción de la estación con su playa de maniobras y estación de cargas y los galpones donde se guardaba y arreglaba el material rodante. Así muchos obreros ferroviarios se habían afincado en la zona. 

También la instalación del Colegio Militar de la Nación (3) a fines del siglo XIX en el lugar donde funcionaba un colegio de Artes y Oficios y donde antiguamente estaba el cuartel de los chacareros, atrajo al lugar a familias de oficiales, suboficiales, profesores y personal agregado (sastres, armeros, herreros, carpinteros y otros). 

El tendido del ferrocarril, permitió a la población sanmartinense estar más conectada con la Capital, especialmente con el "centro" donde se encontraban los comercios más importantes y donde se encontraba mercaderías que no había en San Martín. En fecha muy posterior se tendieron las vías del tranvía Lacroze que penetraba en la ciudad hasta la esquina de San Lorenzo y Rivadavia. En San Martín, la mayoría de los comercios se encontraban alrededor de la plaza y aledañas a la estación del ferrocarril, siendo las más comerciales las calles Belgrano, San Lorenzo y Mitre.

No toda la población actual tiene conocimiento que en aquella época y en las afueras, lindero a la ciudad y lo que hoy es Villa Maipú, había un hipódromo que también era utilizado para realizar carreras de automóviles y motocicletas. 

Había una sala de primeros auxilios y en 1911 se había inaugurado la Escuela N° 1. También en la pequeña ciudad había un par de Bancos, entre ellos -frente a la plaza-, uno de los más importantes, el de la Provincia de Buenos Aires. El 25 de mayo de 1913, fue fundado el Cuerpo de Bomberos Voluntarios y en 1914 se fundó el Club Atlético San Martín, si bien ya existían otros clubes sociales como el Club General San Martín, sobre la calle San Lorenzo.

Ese era en síntesis el San Martín de hace cien años.

No obstante esa característica de pueblo, existía el interés y preocupación de una parte de su población en especial de las clases más acomodadas y los profesionales, por la educación y la cultura.

Pero no había una entidad como una biblioteca pública, que pudiera reunir el acervo de una bibliografía universal y por lo tanto era una necesidad su creación. Ese hecho fundamental se daría en 1914, si bien debemos decir que aproximadamente por 1880 se había fundado una biblioteca, que a poco mas de diez años dejó de funcionar.


El mundo en 1914

En el año 1914 en la Ford Motor Campany  se redujo a hora y media el tiempo de montaje del modelo de automóvil Ford T, debido a las cintas de ensamblaje móviles, y se instauró la jornada de 8 horas en sus fábrica y un salario mínimo de cinco dólares diarios a cada trabajador, que era más del doble de lo que cobraban los obreros de otras empresas. 

El 28 de junio, en Sarajevo -Bosnia y Herzegovina- fueron asesinados por un miembro de la organización serbia "Mano Negra" el heredero al trono austrohúngaro el Archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa, hecho que desencadenó un mes después el estallido de una guerra que llegó a involucrar no solo a casi todos los países de ese continente, sino también a otros de todo el orbe, denominada en aquella época como Gran Guerra y en la cual nuestro país mantuvo la neutralidad. 

Se inauguró en forma oficial el Canal de Panamá y en Méjico, las fuerzas de Pancho Villa se enfrentaron con el ejército federal al que derrotaron. 

En Alemania el Padre José Kentenich, fundó el Movimiento de Schönstatt (o Schoenstatt)


La Argentina en 1914

Con respecto a la Argentina, en el año 1914 era presidente el Dr. Roque Sáenz Peña, quien al fallecer el 9 de agosto fue reemplazado por el vicepresidente Dr. Victorino de la Plaza. 

El 1° de marzo en Los Tamarindos, provincia de Mendoza, había fallecido en un accidente de aviación, justamente un pionero de la aviación Jorge Newbery, lo que conmocionó a todo el país. 

El 1° de junio se realizó un censo, que arrojó una población total del país de 7.885.237 habitantes. Se creó la Caja Nacional de Ahorro Postal y en el mes de octubre fallecieron los expresidentes Julio Argentino Roca y José Evaristo Uriburu.

Por aquellos días fue una noticia impactante el atroz crimen del Sr. Livingston instigado por su esposa y en el cual estuvieron involucrados su criada y varios individuos, algunos de los cuales fueron fusilados. 

En el hospital Rawson, el Dr. Luis Agote realizó la primera transfusión de sangre. 

Este año nacieron entre otras personalidades, los escritores Adolfo Bioy Casares y Julio Cortázar, el cantante y actor Alberto Castillo, el sindicalista y político Andrés Framini, los políticos Rogelio Frigerio y Arturo Mor Roig, el músico Aníbal Troilo.

Faltarían todavía seis años para que se efectuara la primera transmisión de radio en el país y el fútbol, que todavía era amateur y estaba en sus comienzos, no era pasión de multitudes como llegó a ser años después.


El Partido de Gral. San Martín en 1914

En lo que respecta a nuestro Partido, era intendente municipal el Dr. Diego E. Thompson, distinguido médico de la ciudad, quien había asumido el cargo a mediados del año anterior. 

Haciendo referencia a la política, la mayor parte de la ciudadanía se repartía entre radicales y conservadores y en menor medida los socialistas. Los dirigentes radicales más destacados eran entre otros los Sres. Ángel Bonifacini, Juan Anchordoqui, Antonio Pisano y con respecto a los conservadores, podemos nombrar al Dr. Diego E. Thompson y a Don Pedro Ballester.


La creación de la Biblioteca

Biblioteca Popular de Gral. San Martín
Josué Igarzábal

En ese año de 1914, el presidente del Consejo Escolar, el vecino don Josué M. Igarzábal tuvo la idea de fundar una biblioteca popular, como complemento de la enseñanza impartida en varios colegios y escuelas del partido. También y con su decisiva intervención en el mismo año se fundó la primera Escuela Normal.

Así, a mediados de setiembre, con aquél fin se reunió un grupo de vecinos presididos por Igarzábal. Luego el 18 de setiembre este vecino en compañía  de la Inspectora de Escuelas, Sra. Cecilia Balado de García, presentaron el proyecto de creación de una Biblioteca Popular ente el Consejo Escolar y ese mismo día se lo aprobó y seis días después el Consejo solicitó el concurso de la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares a fin de que la nueva entidad fuera incluida entre las nueve bibliotecas que ya estaban funcionando en la provincia.

El 4 de octubre, Igarzábal logró constituir la primera Comisión de Vecinos, siendo esta fecha considerada como la de fundación de la Biblioteca, mientras que para la inauguración oficial se eligió la fecha patria del 9 de julio de 1915.

La Sra. Cecilia Balado de García fue nombrada Presidenta honoraria de la primera comisión que estaba conformada por prestigiosos vecinos: Presidente el Sr. Josué M. Igarzábal; Vicepresidente el Sr. Ricardo Godsall; Secretarios los Sres. José M. de los Santos y Emilio Morello; Tesorero el Esc. Samuel Llosa; Vocales los Dres. Diego E. Thompson y Manuel García Barros y los Sres. Julio Olivera, Celestino Silvani, Antonio Libonati y Arturo Vila, designándose como bibliotecario al Sr. Carlos Coquet. 

Pocos días después se difundió la noticia que el gobierno provincial había acordado una subvención para la nueva institución.

El 6 de diciembre la Biblioteca ya contaba con sus propios estatutos societarios.

Aniversario de la Biblioteca Popular de Gral. San Martín
Sala de lectura en 1927

Sala de lectura en 1959


Las distintas sedes sociales

Provisoriamente y por poco tiempo la Biblioteca Popular comenzó a funcionar en el local del Consejo Escolar y posteriormente se alquiló la casa del bibliotecario Carlos Coquet, sita en la calle Belgrano N° 390. 

En el año 1920 se trasladó a una casa más espaciosa situada en la calle Mitre N° 496. Durante ese mismo año se tramitó y obtuvo la personería jurídica en la Provincia.

La concurrencia de nuevos lectores y el incremento del acervo bibliográfico determinan que el lugar ya resultara pequeño, por lo que en diciembre de 1924 se alquiló en $ 200 mensuales al Banco Hogar Argentino, el inmueble de la calle Matheu N° 301, esquina Las Piedras (actual calle Dr. Ramón Carrillo), para su nueva y la que sería en el futuro su definitiva sede. 

En 1930 el Banco Hogar Argentino, decidió rematar públicamente sus propiedades que se encontraban en San Martín, entre las que se incluía el solar alquilado a la Biblioteca. La Comisión de Vecinos, ante la posibilidad de que el inmueble pudiera ser comprado por un tercero, con lo cual la vida de la institución podía verse seriamente perjudicada, decidieron iniciar gestiones para su compra directa. 

La operación se concretó el 9 de mayo de 1931, abonándose como anticipo la suma de $ 2.000 en efectivo y 220 mensualidades de $ 210 cada una, comprometiéndose a su vez el Banco en realizar una serie de mejoras en la construcción. A su vez se solicitó al Banco de la Provincia un préstamo por $ 3.000.

Esa decisión de compra fue acertada, sin perjuicio de la situación financiera que por esos años azotaba a todo el mundo y con los inconvenientes que debieron sortearse para pagar las sumas adeudadas y cumplir así con los compromisos asumidos.

Pero ahora la Biblioteca ya tenía una sede propia, con todos los beneficios que ello traía, principalmente que ya no dependía de otra persona que quisiera o no alquilarle su propiedad o renovar el contrato.

Desde el inicio de sus actividades, la Biblioteca logró aumentar año a año, su caudal de libros, algunas veces en mayor cantidad y otros años no tanto, contando siempre con la eficaz ayuda de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas, con sus envíos de textos, material de consulta y subsidios. También es de destacarse la donación de libros por parte de la población, como así también la donación post mortem de las bibliotecas enteras y valiosas, desde el punto de vista bibliográfico, que habían pertenecido a destacados vecinos y profesionales.

Con el paso de los años, el edificio, por razones lógicas se fue deteriorando, ya que no se contaban con los medios para poderlo refaccionar y remozar adecuadamente y también se había convertido en antifuncional. A fines de la década del 70 el edificio existente ya no era apto ni adecuado para cumplir con su cometido.

La Comisión de Vecinos de aquél entonces trató de encontrar la solución a esos problemas que eran cada vez más acuciantes con cada día que pasaba y se llegó a la conclusión que lo más adecuado era la construcción de la nueva sede en el mismo solar, que fuera acorde no solo a las necesidades de la época sino también al futuro, ya que el acervo bibliográfico en esa época ascendía a más de 20.000 volúmenes y la concurrencia de público, sobre todo estudiantes, era cada día más numerosa.

La Municipalidad de General San Martín, a cuyo frente se encontraba en ese entonces a cargo del Cnel. (R.E.) Juan Pedro Narváez, como Intendente Municipal, prestó, durante los años 1979 y 1980 su decidido e invalorable apoyo al proyecto de la nueva obra, que se materializó a través de subsidios municipales que permitieron financiar la ejecución del nuevo edificio.

El proyecto fue el de preservar la antigua construcción sobre la esquina (donde actualmente funciona el Bar y Restaurante "La Biblioteca") realizándose la nueva obra sobre el resto del inmueble ubicado sobre la calle Matheu.

Por fin, el 18 de diciembre de 1980 -fecha aniversario de la creación del Pueblo de General San Martín-, se concretó la inauguración oficial del nuevo y actual edificio que cuenta con planta baja, destinada a comercios y dos plantas para el funcionamiento específico de la Biblioteca.


La Biblioteca y su actual edificio

En las dos plantas superiores, la Biblioteca cuenta con amplias instalaciones en las que desarrolla sus actividades específicas destinadas a salas de lectura, salón de actos y demás dependencias administrativas y en las que han sido ubicadas racionalmente tanto el moblaje, como las bibliotecas y anaqueles.

Sus instalaciones son cedidas también a otras instituciones del Partido, para la realización de reuniones, actos culturales, etc. 

Los nuevos locales de la planta baja y el antiguo local ubicado en la esquina, son alquilados para la realización de actividades comerciales, con cuyo alquiler se puede mantener las instalaciones, pagar los sueldos, comprar muebles, libros, etc. 

Permanentemente se adquieren nuevos bienes muebles que otorgan un mayor confort a los asistentes, pudiendo brindar así un servicio de excelencia a socios y lectores (entre ellos podemos nombrar la instalación de estufas de tiro balanceado, equipos de aire acondicionado, fotocopiadoras [que simplifica la tarea de los asistentes, quienes pueden llevarse la información a sus hogares], equipo de fax, numerosas computadoras de última generación, impresoras color, etc.).


La Biblioteca en la actualidad

La Biblioteca cuenta actualmente con un caudal bibliográfico de más de 51.900 volúmenes (entre textos de lectura y de estudio de todos los niveles, y un importante número de enciclopedias alfabéticas y temáticas actualizadas), un archivo de recortes periodísticos de temas de actualidad, CDs DVD, etc. 

En el marco del Plan de Inclusión Digital, implementado por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), la mayor parte de este material fue ingresado en el sistema de catálogo colectivo en el cual figurará el acervo bibliográfico de las bibliotecas participantes en este proyecto, facilitándose así la búsqueda del material bibliográfico.  

La sede social también se ha transformado en un verdadero Centro Cultural, de acceso libre y gratuito, donde se realizan múltiples actividades abiertas a toda la comunidad, sin distinción alguna, dictándose cursos de diversa temática (Yoga, Grafología, Lenguaje de Gestos, Pintura, Corte y Confección, Portugués, Taller Literario, Psicoterapia, Ceremonial y Protocolo, Organización de Eventos, Imagen, Taller de Libre Expresión Plástica, Moldería Industrial, Idiomas [Inglés, Portugués, Francés], Turismo Histórico, Secretariado Médico, Arteterapia, Teatro, Filosofía, Cine, Tai-Chi-Chuan, Taller de la Memoria, Tejido al crochet, Computación para adultos, Gimnasia correctiva o sensoperceptiva, Sueldos y Jornales, Taller de Fotografía, etc.) realizándose también charlas, conferencias, recitales de poesía, y otras actividades conexas (presentaciones de libros de autores sanmartinenses, desfiles de moda, entrega de diplomas, y reuniones de varias instituciones de la zona), entre otras actividades de acción cultural complementaria.

La llegada de la revolución digital y el avance de las nuevas tecnologías generaron nuevas modalidades de transmisión de la información. El libro impreso está siendo reemplazado por soportes digitales y en este contexto la Biblioteca no podía quedar al margen y por eso debió adaptarse a los cambios sufridos por la sociedad de la información y el conocimiento.

La irrupción de la informática y la computadora personal en la vida moderna y hogareña, perturbó a las personas de la tercera edad quienes se sintieron excluidas por la nueva tecnología, por ello, se implementaron talleres de alfabetización digital que han sido recibidos con gran beneplácito por la población.

Teniendo en cuenta que han cambiado las condiciones del entorno y también los instrumentos y que la Biblioteca posee un espacio “singular” que tiene otras posibilidades para adaptar los activos que posee y conformar la demanda de los socios y usuarios, debe resaltarse que actualmente ha llegado a tener 13 computadoras de última tecnología para garantizar el acceso a la información, con conexión a Internet.

También ha participado de numerosas ediciones de la Feria Municipal local EPSAM, sirviendo ello como vidriera para divulgar las actividades de extensión cultural realizadas, y también como punto de encuentro con otras instituciones de la zona.

Además, la Biblioteca ha pasado a ser indiscutiblemente, el reservorio histórico de su pueblo y también con tal finalidad se está realizando la tarea de digitalizar los libros de autores sanmartinenses, con una doble finalidad: la obtención del soporte digital de cada trabajo para la consulta informática de las mismas, y, fundamentalmente, la de preservar el contenido de la obra impresa que en ocasiones posee muchos años desde su última edición, evitándose, de esa manera, el manipuleo constante y su consiguiente deterioro. Quedará conformado así un verdadero fondo bibliográfico de escritores y poetas locales que será útil para los lectores que acudan a la sede como así también para las Instituciones que lo requieran, con fines informativos o históricos. Este proyecto fue declarado de interés municipal y legislativo por el Honorable Concejo Deliberante de Gral. San Martín.

Son varios los nuevo proyectos que se están llevando a la práctica en la actualidad. 

Uno de ellos es el de la Biblioteca Itinerante a las Unidades Penitenciarias de José León Suárez. El objetivo fundamental es la toma de conciencia del valor de tener libros dentro de los penales, brindando a los internos la oportunidad del acceso a la lectura, incentivando actividades que promuevan la alfabetización y la cultura, contribuyendo al mejoramiento de oportunidades para su reinserción en la sociedad. 

El otro es el Teatro leído en los hogares de ancianos. Esta propuesta sencilla consiste en favorecer la interrelación entre biblioteca, familia y sociedad en general, realizando una labor solidaria de dinamización de la lectura, como es el teatro leído en voz alta, actividad donde los abuelos participan como público y protagonistas, haciendo más llevadera su existencia. 

Este año se ha puesto en funcionamiento también el sector destinado a Información ciudadana, portal de información de consulta desde el cual pueden satisfacerse las inquietudes de la ciudadanía respecto a sus deberes, garantías y derechos. Es una iniciativa cívica dedicada a trabajar por la calidad de la información pública.

Sin duda alguna, con todas estas actividades señaladas se está cumpliendo con la propuesta de la UNESCO para las Bibliotecas Populares que establece como objetivo/obligación además de los servicios de lectura, información e investigación, “la recreación, la creación y difusión cultural y la educación permanente del pueblo”.


Conclusión 

Las últimas décadas fueron de grandes realizaciones. Por exigencias del constante aumento de lectores, se adquirieron obras bibliográficas de gran importancia a la par que se procedió a una capacitación del personal para una mejor calidad de atención al público, adecuando el funcionamiento de la Institución en consonancia con los requerimientos de la Dirección de Bibliotecas.

Se puede afirmar, sin ninguna duda a equivocarnos, que todas las Comisiones de Vecinos a través de estos cien años, dieron lo mejor de sí, para el engrandecimiento de la institución, con una administración esmerada, responsable  y honesta, pese a todos los avatares políticos y económicos ocurridos en nuestro país, que muchas veces hicieron difícil y complicada su misión.

Aquellos hombres que integraron la primera Comisión y los que sucedieron, legaron a los que continuaron y siguen en la senda trazada, el ascendente prestigio de una Biblioteca sin deudas, eficiente y bien organizada. 

Aniversario de la Biblioteca Popular de Gral. San Martín
1964, celebración del 50° Aniversario
Comisión de vecinos: Dres. Ernesto Pedrazzini, Andrés J. Abad, Sres. Eduardo O. Pereira, Hialmar E. Gammalsson, Aníbal Morello, Nicolás Cataldi e Ing. Antonio Quinteros. Bibliotecaria, Sra. Romilda Valsecchi de Milli. Administradora, Srita. Zulema Batesteza
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Aniversario de la Biblioteca Popular de Gral. San Martín
1984, celebración del 70° Aniversario
De izquierda a derecha Dra. Nora Claudia Fasani, Sra. Dora Dennler, Sra. Irene Beatriz Nápoli, Sr. Eduardo O. Pereyra, Sra. Susana H. Delclaux, Sr. Bartolo Enricci, Esc. Néstor Luis Pucciarelli, Sr. Bruno Chiviló.

Estos son los nombres,  por orden alfabético, de quienes durante todos estos años integraron las distintas Comisiones de Vecinos: ABAD Andrés J., ALBARRACÍN Ignacio J., ARBASSETTI Nora N., ARCONE Armando L., ARÍSTIDES Julio, ASTELARRA Manuel A., BERNABÉ Mario A., BALADO DE GARCÍA Cecilia; BARRUCAND Daniel, BENHAIM Alejandra I., BENHAIM Claudia B., BENHAIM Eduardo E., BONIFACINI Ángel, BORDES Gabriel, CABRERA Juan, CAMALET LE NOBLE Luis, CASABURO Horacio V., CATALDI Nicolás, CHIESA Gerardo, CHIVILÓ Bruno, CONSTANTINI Daniel, CÚCARO Jacinto, DANEY Walter G., DELCLAUX Susana H., DE LOS SANTOS José M., DE MASSIMINO Ángela, DENNLER Dora, DESIO Eugenio, DÍAZ Manuel A., ENRICCI Bartolo, ESCOBAR Julio, FABIANI Enrique, FASANI Nora C., FASANI Roberto, FERNÁNDEZ Andrés, GAMMALSSON Hialmar E., GARCÍA BARROS Manuel, GONZÁLEZ José, GONZÁLEZ Tristán J., DE LOS SANTOS José M., GOLDSALL Ricardo, IGARZABAL Josué M.; KIRKBY Ricardo H., LEÓN Oscar A., LIBONATI Antonio, LLOSA Samuel, MARECHAL Jorge A., MOBILI Enrique, MORELLO Aníbal, MORELLO Emilio, MORESI Carlos A., NÁPOLI Irene B., NÁPOLI José A., NÁPOLI Mercedes G., NECCHI Juan M., NICOLINI Emilio, OLIVERA Julio G., ORTEGA José, PALLARISSI Aldo J., PEDRAZZINI Ernesto, PEDRAZZINI María R., PEIRANO Antonio, PEREIRA Eduardo O., PINASCO Sandalio, PORTO Ignacio, PUCCIARELLI Néstor L., QUINTEROS Antonio, RAGO Elda L., REYES Pedro F., RODRÍGUEZ Eduardo F., RODRÍGUEZ Joaquín D., SABATORS Dardo, SALEY Nora, SAÑUDO María R., SAPORITI José U., SILVANI Celestino S., SOLARI Ernesto A., THOMPSON Diego E.; VÁZQUEZ OTERO Vicente, VEXINA Roberto J., VILA Arturo, ZIMMERMANN Eduardo C.

He tratado de incluir a todos y de acuerdo a la información recibida, si alguno no hubiera sido incluido, lo fue por desconocimiento. 

Todos estos distinguidos vecinos -profesionales unos y otros ocupados en diferentes actividades-, se avinieron a interrumpir horas de esparcimiento y de descanso, para responder al llamado de la responsabilidad ciudadana que significa dirigir los destinos de esta Institución de bien público. cada uno de ellos, por sus condiciones éticas y profesionales honraron a nuestra ciudad y a la Institución en la cual sirvieron. 

Hubieron también un sinnúmero de vecinos que sin formar parte de las distintas Comisiones, también colaboraron de una u otra forma con la Biblioteca, y es imposible nombrarlos a todos, pero estas personas también merecen nuestro reconocimiento.

El primer artículo del Estatuto societario indica el principal objetivo por el cual se creaba la Institución: "Con el fin de fomentar la ilustración y la cultura general". En todos estos 100 años, las sucesivas Comisiones Directivas que la administraron fueron fieles a los principios educacionales y culturales de los fundadores volcados en esa norma estatutaria. 

La actual Comisión Directiva para el período 2014/2015, está conformada por los siguientes vecinos, que tienen como meta de su accionar continuar manteniendo y elevando con verdadero ahínco y entereza los postulados de sus antecesores. Son ellos: Presidente Sr. Mario Alberto Bernabé; Vicepresidente Dra. Nora Claudia Fasani; Secretario Dr. Eduardo Enrique Benhaim; Prosecretario Sr. Horacio Vicente Casaburo; Tesorera Sra. Irene Beatriz Nápoli; Protesorero Dr. Armando Luis Arcone; Vocales Sr. Jorge Alberto Marechal, Sr. Ricardo Horacio Kirkby, Prof. Nora Nélida Arbassetti, Sr. Ernesto Adolfo Solari; Vocales Suplentes Dr. Roberto José Vexina, Sr. Vicente Vázquez Otero; Revisores de Cuentas Sr. Eduardo Filiberto Rodríguez, Srta. Claudia Beatriz Benhaim; Revisores de Cuentas Suplentes Sra. Mercedes Gloria Nápoli, Sr. José Antonio Nápoli.

También debemos mencionar a quienes durante todos estos años cumplieron las funciones de bibliotecarios: ARROSIO Graciela, BATESTEZA Zulema, BATISTON Nora, C. DE ARROSIO Marta, CAPOVILLA María del C., CHANAMPA DE BARBERENA Marina, COQUET Carlos, CUKIER  Beatriz N., DEFUNCHIO Susana, DENNLER DE KUPCEWICH Dora, ENRICCI DE RODRÍGUEZ María M., JARDON Isabel, JARDON Manuel, KUPCEWICH Andrea M., LANHOSO Arturo, LOFFREDO DE DIGREGORIO Norma, MARRO Sandra, MORELLO María E., PÉREZ Guacolda, RAGO Elda L., RODRÍGUEZ Helena E., SORIA Zoraida, SORIA PÉNDOLA Zulema, VALSECCHI DE MILLI Romilda. 

Esta es una breve historia de esta benemérita Institución, que es un orgullo para todo el pueblo de General San Martín.

Aniversario de la Biblioteca Popular de Gral. San Martín
Año 1959. Público concurrente a una conferencia realizada en la Biblioteca


La llegada del centenario de la fundación de la Biblioteca, el próximo 4 de octubre, marcará un hito más en este largo y provechoso andar, pero sin duda -volvemos a repetir- que será uno de los más importantes en la historia de la Institución. Son 100 años comprometidos con la cultura, y los logros alcanzados durante esta centuria son el resultado del trabajo y la vocación de servicio de todas las Comisiones Directivas que precedieron y del personal administrativo, que con amor y trabajo brindaron lo mejor de sí.

Seguramente las Comisiones futuras y los nuevos empleados, seguirán por el mismo y fecundo camino y trabajarán por otros cien años más.

¡Biblioteca de General San Martín, felices 100 años!


Referencias

(1) En la actualidad todavía se conservan dos esquinas sin ochava, una la esquina orientada al Oeste de las calles Tucumán y Ramón Falcón y la otra con orientación al Este de las calles Matheu y Salguero.

(2) Todavía existen unas argollas testigos de aquel pasado que se encuentran amuradas a la pared de los fondos del Colegio Sagrado Corazón, sobre la calle Salguero, en frente a la propiedad que tiene el N°   de dicha arteria.

(3) Ubicado en donde actualmente se encuentra el Liceo Militar General San Martín, sobre la calle San Lorenzo.


Bibliografía consultada

ARÍSTIDES Julio, "Historia de la Biblioteca Popular de Gral. San Martín 1914-1989"

GAMMALSSON Hialmar Edmundo, "Historia de la Población de General San Martín, desde sus orígenes hasta 1930". 

MORELLO Aníbal, "Reseña histórica de la Ciudad y Partido de General San Martín".

* Socio Honorario de la Biblioteca Popular de General San Martín

Aniversario del nacimiento de José G. Artigas

   Publicado en el Periódico El Restaurador - Año VIII N° 32 - Setiembre 2014 - Pags. 8 a 11 

En el 250° aniversario del nacimiento de Artigas

por El Federal Apostólico

Aniversario del nacimiento de Artigas


Aniversario del nacimiento de Artigas

Las ilustraciones que anteceden corresponden a algunos de los afiches finalistas del concurso organizado por la Comisión del Bicentenario (del Uruguay)con motivo del 250° aniversario del nacimiento de Artigas. 


El día 19 de junio ppdo. se cumplió el 250° aniversario del nacimiento de José Gervasio Artigas (ocurrido en el año 1764), el argentino de la Banda Oriental -como él se definía-, que es figura emblemática de nuestra nacionalidad y de destacada actuación en ambas Bandas de los ríos de la Plata y Uruguay, durante la segunda década del siglo XIX. 

El N° 20 de este periódico, correspondiente al mes setiembre de 2011, fue dedicado en gran parte a destacar la figura de Artigas, cuya lectura volvemos a recomendar.

Con el presente, queremos rendir nuevamente nuestro homenaje y reconocimiento, con motivo de tal aniversario.

A raíz de las palabras "Artigas quiso ser argentino y no lo dejamos, ¡carajo!", pronunciadas por la Sra. Presidente de la Nación, Cristina E. Fernández, en un acto realizado en la ciudad de Paraná el 21 de junio del año pasado, en el país hermano, se desataron airadas reacciones provenientes de políticos, personalidades y de la gente común, mediante comunicados, twitters, etc. que consideraron esas palabras como un agravio o un insulto, ya que ellos niegan la argentinidad de Artigas, pues lo consideran forjador de la independencia y nacionalidad uruguaya.

Los principales líderes políticos del Uruguay, cuestionaron la afirmación de la Presidenta y hasta la mandaron a "estudiar Historia". 

"Desde Artigas hasta nuestros tiempos, todos los uruguayos no queremos ser argentinos... Los argentinos nunca admitieron nuestra independencia desde Artigas hasta nuestros días. Esa actitud es la que genera problemas hoy en día", destacó Luis Alberto Heber del Partido Nacional. El actual candidato a la presidencia de dicho partido, Luis Lacalle Pou, se dirigió directamente a la mandataria: "No señora, con todo respeto pero firme: Artigas es el jefe de los Orientales, pensó una Patria Grande no en ser argentino". Ello son solo ejemplos de lo que se dijo por aquellos días, y los twitters principalmente de los particulares no solo rechazaban la argentinidad de Artigas, sino que también contenían expresiones subidas de tono hacia la dignataria argentina por aquellas expresiones.

El destacado historiador oriental Guillermo Vázquez Franco ha defendido la argentinidad de Artigas: “Es un disparate considerar a Artigas como el fundador de la nacionalidad uruguaya. Incluso muere como argentino. Fue argentino. Luchó como argentino y murió como argentino. Le ofrecieron la separación de la Provincia Oriental, junto con Corrientes y Entre Ríos. Y lo rechazó. Cuando en Paraguay se entera de la Convención Preliminar de Paz, dijo: ‘Ya no tengo patria’. Artigas es un argentino. Pero como nos apropiamos de Carlos Gardel, nos apropiamos de Artigas”.

José G. Artigas
Guillermo Vázquez Franco

Vázquez Franco es un historiador que cuenta actualmente con 90 años de edad y que se define como "oriental" y no como "uruguayo". A raíz de esta controversia, fue una de las voces que se hicieron escuchar sobre la argentinidad de Artigas y que en cierta forma estaba de acuerdo con lo manifestado por nuestra Presidente.

En la página web "Montevideo Portal" (1), en la columna del periodista Gerardo Tagliaferro "Las 40" en la cual se le hacen al entrevistado 40 preguntas, se publicó "Historiador Guillermo Franco Canta 'Las 40' - Yo argentino".

Por razones de espacio, no podemos publicar la totalidad de las preguntas y respuestas efectuadas -por demás todas interesantes- sino solamente las que consideramos como las más importantes.

Debemos agradecer al Ing. Agr. Rodrigo Portillo, que es uno de los muchos lectores que nuestro periódico tiene en la Banda Oriental, quien nos hizo llegar ese importante material.

Vayamos al reportaje, pero con la siguiente aclaración: nos hemos permitido intercalar entre corchetes algunas notas que ayudarán al lector a comprender mejor el sentido de las respuestas.

1) ¿Por qué cree que causa tanto revuelo en nuestro país lo que dijo la presidente argentina sobre Artigas?

Causó revuelo porque es como si a un ferviente creyente le hubieran tocado a Alá, a Mahoma o a Cristo. Acá tocaron a Artigas, que es una religión de los uruguayos. Y una cosa tan sensata como dijo esta señora provoca las reacciones airadas. En lo que discrepo, en lo que no estuvo correcta, es en que dijo "Artigas quiso ser argentino". ¡Artigas fue argentino! Y muere argentino.

2) Bordaberry, en su Twitter, escribió que Artigas no quería ser argentino, sino que quería Provincias Unidas. ¿Hay diferencia entre uno y otro concepto, más allá del nombre?

Es un aspecto semántico. La palabra "argentina" es usada ya en el siglo XVI por (Martín del) Barco Centenera en un poema, pero no lo hace en el sentido político. No está probado, pero Provincias Unidas del Río de la Plata fue una designación política federal, mientras que Argentina fue una designación política unitaria. Rivadavia manda hacer una constitución en el año 1826, donde se crea la presidencia de la República Argentina. Esa constitución fue apoyada, compartida y asumida por la asamblea representativa oriental.

3) Aun después de las leyes de agosto de 1825.

No, gracias a las leyes de 1825, que son absolutamente unionistas. Acá tomaron justamente la fecha más contraria para celebrar la independencia. Todo lo contrario. El 25 de agosto (de 1825) lo que se inicia es el último período de reunificación nacional, que corre entre esa fecha y 1828, cuando viene la amputación de la provincia (oriental) por la Convención Preliminar de Paz. El 25 de agosto se aprueba la ley [ sancionada por el Congreso de la Florida ] que reclama para esta provincia su condición de argentina, y dos meses después, el 25 de octubre, el Congreso Federal Constituyente reunido en Buenos Aires ratificó la reunificación, aceptando o confirmando la reunificación de la Provincia Oriental a las Provincias Unidas del Río de la Plata "a las que siempre ha pertenecido y por derecho quiere pertenecer". Eso es lo que dice la ley del 25 de octubre (de 1825). Lavalleja comunica por bando, como se comunicaban las cosas en aquella época, que ha sido reincorporada la provincia a "la gran nación argentina". Lo dice eufórico.

4) ¿Cuándo se empieza a hablar de "uruguayos"?

Seguramente no antes de la guerra del Paraguay. Fíjese que el himno no cita a los uruguayos sino a los orientales. Los uruguayos no existen. En tren de tener que hacer un anclaje, porque la historia tiene que tenerlos, ubico a los uruguayos a partir de 1880. El concurso del cual sale "La leyenda patria" es de 1879. A partir de ahí comienza a ganar terreno el gentilicio "uruguayos" a retirarse paulatinamente el "orientales". Hasta que ahora quedamos muy pocos orientales.

5) Usted dice que entre 1825 y 1828, en los edificios públicos de este lado del río, flameaba la bandera argentina.

Porque era lo lógico. Se sancionan tres leyes (el 25 de agosto) [ por el Congreso de la Florida ]: la ley de Reunificación [ con las Provincias Unidas del Río de la Plata ], la ley de Independencia [ con respecto al Imperio del Brasil ] y la ley de Bandera. Esta ley es la menos política y la más simbólica. Por ella flameó legítimamente y legalmente la bandera argentina en los edificios públicos de la provincia.

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9) ¿Hubo un intento posterior de Rosas de volver a anexar a la Provincia Oriental a lo que ya era Argentina?

Anexar no es el verbo, es reunificar. No estoy muy seguro en qué año fue porque eso está muy callado, nadie habla. Yo lo pesqué y no lo pude rastrear más, no lo he podido confirmar. Habrá sido ya en la presidencia de Oribe, en el 33 o 34. Hasta donde yo sé, Rosas le confió a un hombre de su entera confianza, el coronel Manuel Correa Morales, la ultra secreta misión de auscultar en Oribe una política de reunificación nacional. Y, pobre Oribe, no entendió la importancia que tenía el mensaje y en lugar de asumir la responsabilidad, delegó la propuesta en una comisión que es una manera de darle un entierro de segunda. Y por lo que sé, Rosas no volvió a insistir.

10) ¿Cuál es la cosmovisión que sustenta la historia oficial, esa que usted cuestiona?

Mire, no lo tengo documentado, pero tengo para mí que la historia se cuenta de la forma que se contó porque no tienen otra manera de hacerlo. La otra manera sería reconocer que somos el resultado de una estafa, y ¿quién se anima a decir eso? "Yo vivo en un país que es el resultado de una estafa, y el estafador fue Pedro I de Brasil". Ponsonby se lleva las cachetadas, pero el emperador de Brasil le saca ventaja. [ Lord Ponsonby  fue Ministro Plenipotenciario británico durante la guerra entre las Provincias Unidas del Río de la Plata y el Imperio del Brasil y ofició como mediador entre estos países para lograr la paz, proponiendo como solución definitiva la independencia de la Provincia Oriental ]

11) ¿En qué consistió la estafa?

En independizar al país, amputarlo.

12) Con lo cual buscaban, Brasil e Inglaterra, que el Río de la Plata no fuera interior sino internacional, y por lo tanto libremente navegable.

Claro, que estuviera fuera de la órbita argentina. Fue el gran triunfo de Pedro I. Todo el mundo habla de Ponsonby, pero nadie dice que Pedro I sacó una gran tajada. Dicen que Pedro abandonó la Provincia Cisplatina. ¡Pero naturalmente! ¿Qué iba a hacer? La tuvo siete años ahí, prendida con alfileres, que se le escapaba en cualquier momento, bastó que Rivera se le diera vuelta a Lecor [ general portugués, gobernador de Montevideo, subordinado a Pedro I ] para que se le acabara el control sobre ella. No la llegó a controlar nunca. Así que no perdió la provincia, la que perdió la Provincia Oriental fue Argentina. Argentina se auto mutila con la Convención.

13) El profesor Washington Reyes Abadie dijo en una entrevista que le hice hace algunos años que "nuestra historia fue escrita para justificar la división de los pueblos del Plata". Es bastante similar a lo que usted dice.

Sí, pero no mucho. Yo digo que está escrita para justificar nuestra derrota. ¿En qué nos derrotaron? En que nos dividieron. Nosotros perdimos la guerra con Brasil después de haber ganado todas las batallas relevantes. Y perdimos la guerra en la mesa de negociaciones. En el libro que estoy por publicar ("Adiós a la patria. La Convención Preliminar de Paz") digo por qué perdimos la guerra. Alvear debió ser fusilado por la espalda, porque fue un traidor.

14) ¿Por qué, si hay cosas tan evidentes como que nuestra independencia no se declaró el 25 de agosto de 1825, no hay una revisión histórica de todo esto?

¿Y quién la va a hacer? Quién con poder, porque yo me animo pero no tengo poder ninguno.

15) ¿Qué pasaría si un gobierno dijera: vamos a revisar los programas de estudio, lo que estamos enseñando a las nuevas generaciones?

Lo primero que pasaría es que Itamaratí se levanta [ Se llamó y se llama así al Palacio en el cual funcionó y funciona  el Ministerio de Relaciones Exteriores del Brasil ]. Ya lo dijeron en su momento, está escrito: el gobierno de Brasil tiene interés en la independencia de la Provincia Oriental.

16) ¿Pero eso se mantendría hoy?

Bueno no, eso no lo dijo hoy, lo dijo en el siglo XIX, en las instrucciones que da el marqués de Abrantes. Brasil tiene intereses, en el libro que voy a publicar digo que Brasil es el dueño de la independencia del Uruguay, lo cual es jurídicamente incorrecto pero da una idea de que todo fue patrocinado por Brasil. Argentina perdió una provincia que era suya, como si hubiera perdido Córdoba o Catamarca. Como si nosotros perdiéramos Cerro Largo o Paysandú. Argentina pierde presencia, gravitación internacional porque se le escapa una provincia que no sería la más rica, no sé, pero seguramente la más estratégica. Porque perdió la provincia que le daba el control del Río de la Plata, el acceso al corazón de América por la vía fluvial del Paraná y el Paraguay.

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18) ¿Ha debatido esto con colegas?

No, no lo debaten. Ninguno me dice: "Mirá Vázquez, no es como vos decís". ¿Por qué no es como yo digo? ¿Es que Artigas se expresó que quiso venir y no lo dejaron o guardó silencio? "No, pero Artigas dijo"... ¿dónde lo dijo? Eso lo decís vos, Artigas no dijo nunca que quería venir y se quedó enterrado en Asunción. Por eso ha sido una profanación de tumba sacar a Artigas en el año 55 del cementerio donde estaba enterrado. Ha sido profanada y es profanada su tumba. Hay un vilipendio de cadáver poniéndolo ahí, en ese lugar en donde lo pusieron. En vida, hubo tres ocasiones en que lo invitaron a volver. En una de ellas, no sé si en la última o la penúltima, incluso no abrió el sobre con la invitación. Que se sepa, no hay una manifestación clara de por qué no quiso volver.

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23) ¿Cómo se define ideológicamente?

No me defino... ¿para qué? No sé, no sabría decirle. No estoy conforme con la visión de la historia que me trasmiten y yo no la quiero trasmitir, y no la trasmito. Porque es falsa. Ahora, ¿dónde estoy ubicado? Ah, yo qué sé.

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26) En definitiva, y volviendo a Artigas, los uruguayos ¿tenemos que sentirnos orgullosos de él?

Bueno, yo tendría que ser uruguayo para responder esa pregunta.

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32) Otro mojón importante en la vida pública de Artigas es la batalla de Las Piedras, que el ejército uruguayo considera hito fundacional de su existencia. Sin embargo, usted ha señalado que allí pelearon dos ejércitos españoles, uno de ellos al mando de Artigas.

No sé en qué momento Artigas -lo voy a decir de una manera impropia- deja de ser español. Muy probablemente, durante el éxodo, todavía es español. ¿Qué me hace pensar esto? Durante el éxodo, Artigas hace un relevamiento, un catastro de su población, y ese relevamiento está hecho en papel membretado que dice "Carolus IV Rex Hispanorium de Gratia". Un papel membretado de la monarquía, ahí hace el censo, en 1812.

33) En ese momento, ¿contra quién luchaba Artigas? 

No contra el rey, sino contra el mal gobierno.

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36) ¿Qué otros mitos hay en la historia uruguaya?

Está lleno. En la historia contemporánea no me meto porque me aburre. Me aburre el batllismo. Pero en el siglo pasado hay muchos: la lucha de puertos es un mito, lo de la provincia pradera y frontera, otro mito. ¿Por qué la frontera tuvo que ser nuestra provincia y no Río Grande del Sur? Si lo que se quería era crear una separación territorial entre el imperio y la Argentina, ¿por qué esa separación tenía que ser nuestra provincia y no Río Grande? Podría hasta llamarse igual que nosotros: República Oriental del Uruguay Río Grande del Sur, y ser ellos los que separaban al imperio de la revoltosa Argentina. ¿Por qué tuvo que poner Argentina de su territorio el algodón entre los dos cristales y no lo puso Brasil? Ese es otro mito.

37) Hablamos de Artigas y de Lavalleja, ¿qué me puede decir de Rivera?

(Se ríe) Bueno, a Rivera no lo querría de enemigo... ni de amigo tampoco. No es un tipo confiable... no era un buen tipo. No sabía de lealtades, no dejó nada positivo. Bueno, fundó el Partido Colorado, muy importante en el siglo XX, pero en el siglo XIX el Partido Colorado es de terror. El propio Rivera es de terror. Todos estos caudillos son muy primitivos, por eso cuando pasan del estadio de caudillos al de hombres de Estado son un desastre, no están preparados. Los hispanoamericanos no produjimos elites sabias capaces de conducir, porque no hay masa crítica que las produzca. Y no hay masa crítica porque España colonizó mal, es la que peor colonizó, no preparó a sus colonos.

38) ¿Sigue estudiando?

Sí, sí, ahora porque estoy con usted, si no estaría estudiando. Este libro que entregué ahora para publicar me ha ocupado mucho tiempo y ahora estoy pensando qué más. Hay un tema al que le tengo ganas pero le tengo miedo, porque me va a desbordar, que es el tema del poder. ¿Dónde está el poder, quién lo ejerce? Y no solamente quién, sino qué: la ciencia, la tecnología. Y dónde se expresa el poder. Seguramente los 33 Orientales, que sabemos que no eran 33 sino que el número responde a una denominación masónica, debajo de ellos y sobre ellos está la masonería. Los tres jefes de la cruzada son masones: Lavalleja, Oribe y Zufriategui. El número 33 está bajo el palio de la masonería. ¿En qué momento la masonería invierte el reloj de arena y en lugar de patrocinar la reunificación del 25 de agosto, patrocina la amputación del 27 de agosto del 28? ¿En qué momento? ¿En qué lugar, en Londres, en París, en Río de Janeiro?

39) ¿La Convención Preliminar de Paz también está patrocinada por la masonería?

Ah no me cabe la menor duda. Los cinco firmantes de la Convención son masones. El emperador era masón, Rivadavia era masón. No era masón Dorrego, y él se opone a la Convención.

40) ¿Y Artigas era masón?

A Artigas lo traen en el año 1855 para acá. Estanislao Vega, que es el que preside la comisión uruguaya que va a buscar los restos de Artigas a Asunción, era masón. Trajeron a Artigas y no tenían donde ponerlo, lo dejaron ahí arrumbado, y un masón como Gabriel Antonio Pereira ofreció su panteón. El que compra la espada de Artigas es un masón, Leandro Gómez. El que le da una parte de su chacra para que termine sus años en Paraguay es Carlos López, un masón. Juntando todo esto, no sé si Artigas en algún momento no fue masón. Alguien que no tiene autoridad histórica ninguna, pero que es masón, como Tabaré Vázquez, lo dijo en reserva.

Esperamos que la transcripción de parte de este reportaje haya sido de interés de nuestros lectores y clarifique un poco más la idea que tenemos sobre la historia de ambos países del Plata.


(1) http://www.montevideo.com.uy/notnoticias_206330_1.html o 

Salvajes unitarios y bárbaros federales

   Publicado en el Periódico El Restaurador - Año VIII N° 32 - Setiembre 2014 - Pags. 1 a 7 

SALVAJES UNITARIOS Y BÁRBAROS FEDERALES

por Norberto Jorge Chiviló

Don Juan Manuel de Rosas. Óleo sobre tela de García del Molino (A)


En la guerra civil que tuvo lugar en nuestro país, a partir de diciembre de 1828 y principalmente durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, los federales llamaban "salvajes" a los unitarios y estos últimos se referían a aquellos como "bárbaros", ello en la generalidad, pues muchas veces esos términos se intercambiaban. 

Las banderas federales ostentaban las inscripciones "¡Viva la Confederación Argentina!" o "¡ Viva la federación" y "¡Mueran los salvajes unitarios!". Esas frases también encabezaban los documentos oficiales y la llevaban impresas las divisas que los federales ostentaban sobre su pecho.

Finalizada la guerra contra el Brasil (1825-1828), las tropas argentinas regresaron al país, con sus uniformes convertidos en andrajos. Carecieron y les fueron negados los recursos necesarios -por el gobierno rivadaviano- para llevar la guerra al corazón del Imperio y para imponer una paz beneficiosa a los intereses de nuestro país. Se encontraban descontentas, pues a pesar de haber batido a los brasileros y haber ganado la guerra en el campo de batalla, la Argentina, la perdió en el campo diplomático y se vio obligada a la firma de un tratado de paz, a raíz del cual la Provincia de la Banda Oriental fue segregada del tronco común y se independizó. 

En esos momentos gobernaba la Provincia de Buenos Aires el coronel Manuel Dorrego quien también había sido encargado por las demás provincias para el manejo de las relaciones exteriores de la República. 

Los unitarios responsabilizaron de esa derrota diplomática a Dorrego quien pasará a ser el "pato de la boda" y quién pagará los platos rotos, cuando en realidad había sido el gobierno de Rivadavia el que no se ocupó debidamente del abastecimiento -en todo sentido- del ejército republicano en operaciones.

El 1° de diciembre de 1828, las tropas recién llegadas a Buenos Aires, se rebelaron contra el gobernador legítimo al que destituyeron, designándose "gobernador" al general Juan Galo de Lavalle y disponiéndose la disolución de la legislatura, en una elección a viva voz que se realizó en el atrio de una iglesia, en el cual solo participó todo el partido unitario.

El depuesto gobernador Dorrego, huyó de la ciudad, para encontrarse con el Comandante de Campaña, Juan Manuel de Rosas, quien le aconsejó no presentar batalla contra los amotinados, sino retirarse a Santa Fe para unir fuerzas con Estanislao López. Dorrego rechazó el consejo y enfrentó a Lavalle y como era previsible fue derrotado el día 9. Al día siguiente fue detenido por un batallón de Húsares, quienes lo entregan a Lavalle. 

El consejo que le había dado Rosas a Dorrego, como lo demostrarían los hechos posteriores, era el acertado, ya que las fuerzas a cargo de ambos, eran en su gran mayoría milicias que de ninguna forma podían oponerse a las veteranas y experimentadas tropas nacionales que habían peleado contra el Brasil y por lo tanto no tenían ninguna posibilidad de imponerse en la lucha.

Alentado por conspicuos miembros del partido unitario, Lavalle ordenó el fusilamiento de Dorrego, sin proceso ni justificación válida alguna, convirtiéndolo así en mártir de la causa federal.

Manuel Dorrego
El fusilamiento tuvo lugar el día 13 en el pueblo de Navarro (Ver ER N° 13). Ese inaudito e injustificado crimen dará prácticamente inicio a una despiadada guerra civil que durará varias décadas de nuestra historia, incluso durante la época mal llamada de la "Organización Nacional".

Tanto Lavalle como los miembros del partido unitario creyeron que con la muerte de Dorrego, estaba acabado el partido federal, comenzando también una despiadada persecución contra todo aquel que se manifestara federal.

A principios del año 1829 el gobierno ilegítimo de Lavalle inventó el sistema de las "clasificaciones" formándose listas de los adversarios políticos a fin de ponerlos en prisión o desterrarlos, lo que ocurrió con miembros destacados del partido federal como los hermanos Juan José y Tomás Manuel de Anchorena, Felipe Arana, Manuel Vicente Maza, Máximo Terrero, Victorio García de Zúñiga,  Manuel H. Aguirre, Epitacio del Campo, los generales Juan Ramón Balcarce, Enrique Martínez, el coronel Tomás de Iriarte, entre muchos otros, quienes en algunos casos fueron desterrados a Bahía Blanca y Montevideo y en otros fueron puestos en prisión en barcos y pontones. También sus propiedades quedaron incautadas temporariamente por el gobierno.

La injusta muerte de Dorrego llenó de indignación a los pueblos del interior, quienes se pronunciaron unánimemente desconociendo la legitimidad al gobierno de Lavalle.

Paralelamente los amotinados, aplicando métodos de terror trataron de acallar la reacción que se producía en la campaña de Buenos Aires.

El mayor Manuel Mesa, a las órdenes de Rosas continuó en la campaña bonaerense junto a otros la resistencia a los amotinados. A principios de febrero los federales son derrotados en Las Palmitas y Mesa fue tomado prisionero y el día  16, fue fusilado en la plaza del Retiro con otros prisioneros de guerra. Antes de ser asesinado, Mesa se dirigió a los espectadores, recordando la usurpación de Lavalle y la muerte de Dorrego y gritó "¡Lavalle es un asesino!".

En el diario unitario El Pampero del 31 de mayo de 1829, se promovía la represión: "...no es tiempo de emplear la dulzura, sino el palo... ahora sangre y fuego en el campo de batalla, energía y firmeza en los papeles públicos... Palo..., palo y de otro modo nos volveremos a ver como hemos visto el año 20 y el año 28; palo, porque solo el palo, reduce a los que hacen causa común con los salvajes; palo y de no, los principios se quedan escritos, y la República sin Constitución".

El general Tomás de Iriarte, -primero a las órdenes de Rosas y luego pasado al bando unitario-, años más tarde de aquellos sucesos escribió sus Memorias, donde relató todos los excesos cometidos en aquellos oscuros y trágicos días: “...después de la ejecución de Dorrego, Lavalle asolaba la campaña con su arbitrario sistema, y el terror fue un medio de que con profusión hicieron uso muchos de sus jefes subalternos. Se violaba el derecho de propiedad, y los agraviados tenían que resignarse y sufrir en silencio los vejámenes que les inferían, porque la más leve queja, la más sumisa reclamación costó a algunos infelices la vida. Aquellos hombres despiadados trataban al país como si hubiera sido conquistado, como si ellos fuesen extranjeros; y a sus compatriotas les hacían sentir todo el peso del régimen militar, cual si fuesen sus más implacables enemigos: se habían olvidado que eran sus compatriotas y, como ellos mismos, hijos de la tierra. Semejante conducta grabó un odio profundo en los oprimidos: hombres acostumbrados a la vida semisalvaje de los campos y a una libertad análoga a la del hombre en el primitivo estado de la naturaleza, los gauchos no era posible que soportasen largo tiempo tan pesado yugo. Así es que la derrota que sufrieron en Las Palmitas no pudo apagar el incendio que, aunque parcial, empezaba a manifestarse en distintos puntos de la extensa llanura de la Provincia de Buenos Aires. Era una antipatía recíproca, un odio torpemente fomentado por los hombres de la ciudad -los unitarios- la que existía entre las tropas de Lavalle y los habitantes de la Pampa: los gauchos".

Más adelante, continúa Iriarte: "Durante la contienda civil los jefes y oficiales de Lavalle cometieron en la campaña las mayores violencias, las más inauditas crueldades, -crueldades de invención para gozarse en el sufrimiento de las víctimas-, la palabra de guerra era muerte al gaucho y efectivamente como a bestias feroces trataban a los desgraciados que caían en sus manos. Era el encarnizamiento frenético, fanático y descomunal de las guerras de religión. El coronel don Juan Apóstol Martínez, hizo atar a la boca de un cañón a un desgraciado paisano: la metralla lo hizo pedazos y sobre algunos restos que pudieron encontrarse, el mismo Martínez esparció algunas flores. Otra vez el mismo jefe hizo que unos prisioneros abriesen ellos mismos la fosa en que fueron enterrados”. "En el período de Lavalle este jefe y su círculo cometieron inauditas crueldades, la vida no estaba garantida -dígalo el asesinato del desgraciado Dorrego- las leyes estuvieron en receso, ni había otra regla de conducta que la del soldado gobernador. Se dejó ver en el corto período que ejerció la autoridad pública, que tenían por sistema hacer uso del terror: ellos fueron los primeros que establecieron en dogma la máxima antisocial «el que no está conmigo es mi enemigo»; y si no hubieran estado tan distraídos en su defensa propia por la guerra que el partido federal les hizo, si hubieran triunfado, bien se puede asegurar, sin temor de formar un juicio aventurado, que muchos cadalsos habrían levantado en Buenos Aires, al menos así debe conjeturarse si se tiene presente el espíritu de intolerancia y de exclusivismo que dominaba en aquel círculo, y sus hechos violentos y despiadados en el corto espacio de tiempo que pudieron mandar, bien que rodeados más a defenderse de sus enemigos, que a consolidarse en el poder”.

Refiere el historiador Manuel Cervera en su Historia de Santa Fe que “Las partidas federales comenzaron a molestar a Estomba (jefe lavallista) en Dolores. Este, cansado de las marchas y contramarchas del enemigo que obligábanles a dar golpes en falso, irritóse, y mandó llamar al señor Segura, mayordomo de la estancia de Las Víboras, de Anchorena, para que le diera datos sobre la situación de las partidas. No sabiéndolos darlos Segura por no conocerlos, Estomba lo ató a la boca de un cañón y lo fusiló: iguales procederes efectuó con algunos prisioneros que no podían declarar lo que no sabían, matándolos a hachazos por sus propias manos. La sangre corría con toda barbarie y ahogado en ella murió Estomba”. (Estomoba murió loco) 

Iriarte dice también: “Sería nunca acabar, si me propusiese consignar aquí todas las crueldades y torpezas que perpetraron (los unitarios): ellas han dejado en la campaña un indeleble recuerdo en el corazón de los gauchos; un odio reconcentrado contra sus perseguidores: odio que más tarde Rosas hizo servir en provecho de sus tiránicos planes”. Aquí Iriarte no puede dejar de tirar por elevación a Rosas, "olvidando", que los unitarios, fueron usurpadores del poder, ya que conspiraron e ilegítimamente depusieron al gobernador Dorrego, haciéndose dueños por la fuerza del gobierno de la provincia, desatando el terror indiscriminado como método para acabar con la oposición de los bonaerenses -como él mismo lo relata-, no reparando en cometer todo tipo de atrocidades y salvajadas, mientras que por el contrario Rosas en su momento fue elevado al gobierno por el voto de la Legislatura, y años más tarde al volver al poder, fue ratificado por el voto unánime de sus conciudadanos expresado en plebiscito y que Rosas no había sido el iniciador de la violencia que existía en el país, violencia que habían iniciado los unitarios, de la que siempre se sirvieron no solo en su lucha contra el gobernador porteño, sino también muchos años después de su derrocamiento, como se verá más adelante.

“Esta revolución cubrió de oprobio al partido unitario -sigue Iriarte-, y puso en transparencia sus miras ambiciosas de exclusivo dominio. Ellos habían, durante el período que ocuparon la silla del poder, difundido la saludable doctrina de las vías legales, pusieron en horror las vías de hecho a punto que el cabecilla más revolucionario no se habría atrevido a emplearlas por temor del descrédito que refluiría contra él: tan profundas raíces había echado en Buenos Aires la propaganda política, y la antipatía al empleo de la fuerza para derribar el poder. Pero desde que descendieron del mando y entraron en la arena de la oposición empezaron a patentizar la inconsecuencia de sus principios: la revolución del 1 de Diciembre acabó de desenmascararlos. Aparecieron violando la misma doctrina que con tanto empeño habían difundido: anatematizaron las vías de hecho cuando dirigían la marcha de la administración, porque se proponían en pro de los intereses de su partido perpetuarse en el poder, pero luego que se les escapó de las manos, emplearon las mismas vías para recuperarlo. Esta es la historia de todas las facciones: sacrificando constantemente el bien general, sus principios y sus más íntimas convicciones, a sus intereses de partido, sin pararse en los medios, sin arredrarse por las funestas consecuencias de sus aberraciones: el objeto es mandar y en comparación de este bien supremo, la causa política, la prosperidad del país es un bien secundario. Los hechos han acreditado que tal era el espíritu dominante, el programa político del partido unitario: dominar a todo trance. Y no obstante sus hechos mismos, su conducta injustificable, no han cesado desde aquella época malhadada de vituperar los medios que empleó Dorrego para subir a la silla del gobierno: tienen el descaro de proscribirlos, cuando el medio por ellos empleado es tan réprobo que deja muy atrás y hasta hace válidos los de su antagonista".

Los unitarios sumergieron a las poblaciones del interior en el terror y sus habitantes sufrieron todo tipo de vejámenes, como hemos visto.

Mientras todo esto ocurría en Buenos Aires, el general José María Paz, en combinación con Lavalle trató de hacerse del gobierno de las provincias del interior, para posteriormente someter a las del litoral. Después de derrotar al gobernador de Córdoba Juan Bautista Bustos en la batalla de San Roque, se hizo nombrar gobernador de esa provincia y posteriormente se enfrentó al caudillo, Brigadier General de las fuerzas de La Rioja, Juan Facundo Quiroga, quien encabezaba la reacción federal del interior. Paz también derrotó a Quiroga en las batallas de La Tablada y Oncativo, haciéndose del control de las provincias del interior: Córdoba, San Luis, San Juan, Mendoza, La Rioja, Tucumán, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, formándose la Liga del Interior o Liga Unitaria, de la cual es designado como Supremo Jefe Militar, con amplios poderes dictatoriales como los que con posterioridad le serán conferidos a Rosas cuando fue designado gobernador de la provincia de Buenos Aires. 

Rosas fue y es criticado por haber recibido poderes dictatoriales, "olvidando", quienes así lo hacen que los contrarios -entre ellos Paz- cuando usurpaban el gobierno de una provincia, lo primero que hacían era hacerse dar también facultades extraordinarias, "olvidándose" también que siempre Rosas recibió esas facultades extraordinarias por decisión de la Legislatura de la provincia, ratificada en 1835 por el voto unánime de sus conciudadanos, mientras que sus oponentes se hacían dar tales facultades por la fuerza, después de haber asaltado el gobierno. La dictadura que ejerció Rosas, siempre fue legal, lo que no se puede decir de sus contrarios.

Volviendo a las violencias ejercidas por los unitarios, el Jefe del Estado Mayor de Paz, coronel Román Deheza hizo fusilar a 23 oficiales y a 115 soldados de los 500 aproximadamente que habían sido tomados prisioneros en La Tablada lo que repitió después de la batalla de Oncativo. Otros lugartenientes de Paz, también empleaban en aquellas provincias los métodos de terror para vencer toda resistencia, así al oficial Vázquez Novoa, se lo conocerá como el "Cortaorejas" y otro oficial, Campos Altamirano como "Cortacabezas", siendo estos apodos más que elocuentes sobre los métodos "civilizados" que empleaban estos jefes para vencer y doblegar la resistencia de los federales. El general Lamadrid, en La Rioja, también hizo de las suyas, con fusilamientos, confiscaciones y actos de terror, que fueron comunes en todas las provincias en las cuales los unitarios se hicieron del poder.   

Prueba de la violencia ejercida por los unitarios, lo es, que en el año 1829, el crecimiento vegetativo en la ciudad de Buenos Aires, fue negativo, ya que murieron más personas de las que nacieron, producto ello del terror ejercido por los hombres de Lavalle.

Un oficial de Paz, según lo relata el Sargento Mayor Domingo Arrieta en su libro Memorias de un soldado explicó cómo habían aplicado la medida de "no dejar vivo a ninguno de los que pillásemos", de la siguiente forma "mata aquí, mata allá, mata acullá y mata en todas partes, fueron tantos los que pillamos y matamos que, al cabo de unos dos meses, quedó todo sosegado". 

Estos son solo algunos de los casos del terror empleados por los unitarios desde fines de 1828 y principios del año siguiente, contra el grupo político oponente, los federales.

A raíz de esos métodos salvajes y terroríficos empleados por los unitarios, justamente el pueblo comenzó a llamarlos "salvajes" y "salvajes unitarios", a pesar de que ellos se creían paladines de la "civilización".

Si bien Bernardo Frías en Tradiciones Históricas, dice que mucho antes de la sublevación de Lavalle y de la posterior llegada de Rosas al gobierno, ya en Catamarca se hablaba de los "salvajes unitarios", debido a la salvaje campaña que Aráoz de Lamadrid y sus lugartenientes habían llevado a cabo en las provincias de Tucumán, Salta y Catamarca para unitarizarlas.

Juan Manuel de Rosas
Juan M. Beruti

Juan Manuel Beruti, en Memorias curiosas, relata lo ocurrido año tras año y así con respecto al tema tratado en este artículo, refiriéndose al motín del 1° de diciembre, dice: "El pueblo de Buenos Aires ha tomado muy mal esta convulsión por el mal ejemplo que han dado las tropas, sin anuencia del pueblo que estaba pacífico, y que mañana, u otro día la fuerza armada, y ambición de otro jefe, querrá ser gobernador y hará lo mismo con este mal ejemplo, haciéndose revoluciones militares a la voz del pueblo, que está inocente; y últimamente sintiéndose de que el pueblo va a tener que sufrir muchos males, por las consecuencias fatales que se esperan...". Recibida en la ciudad  la noticia sobre la injusta muerte de Dorrego en Navarro, relata Beruti: "Esta infausta noticia la ha recibido la mayor parte del pueblo con desagrado y sentimiento, porque en el tiempo que gobernó no hizo mal a ninguno, no entró en su gobierno por revolución sino por la junta de la provincia que lo nombró; y así cuanto dicen los papeles públicos contra él son falsos, y sólo por cubrir el atroz atropellamiento que ha ejecutado Lavalle los estampan para alucinar a los incautos; pero aunque hubiera tenido causa, es un borrón que se ha echado sobre sí Lavalle y sus tropas; lo uno por el mal ejemplo que ha dado en matar a un gobernador en su provincia, y lo otro por su orden sin formarle causa ni oírlo en justicia, pues a los mayores facinerosos se les deja el derecho natural de su defensa; por lo que ni en Turquía se ve mayor despotismo que éste. Dorrego ha sido un hombre gran patriota...

(Las tropas que regresaron de la guerra contra el Brasil) al segundo día de su llegada, faltando a la obediencia al gobierno, por medio de una revolución militar, lo atropellan a su persona le quitan la vida; pero este mal ejemplo hará que otro haga lo mismo, y en cada mudanza de gobierno, hecho con estos mismos medios, será sacrificado el que mande, para cubrir el sublevado su iniquidad calumniándolo, aunque Dorrego si padeció fue porque le temían, y de haber existido, en cualquier lugar donde se hallase les había de hacer la guerra, y el modo fue para evitarlo desaparecerlo, mandándolo sepultar en la Iglesia o cementerio de Navarro". 

"El 29 de abril de 1829. En este día y noche siguieron los ciudadanos sobre las armas, con motivo de las muchas partidas anarquistas (así llamaban a los federales) que circulaban las inmediaciones de la ciudad, llegando su atrevimiento a tanto que tomaron la pólvora del almacén de Cueli, sacaron las armas y se llevaron al oficial comandante de la guardia y soldados; se llevaron la caballada del estado, que estaba pastoreando en el bajo de la Recoleta, y el ganado de novillos de los corrales del abasto de la ciudad, que está en el alto e inmediaciones de la misma Recoleta; todo a las nueve de la mañana, y sin oposición alguna; siendo la partida que avanzó de los enemigos sobre 400 hombres, que en su entrada y salida (los federales) no hicieron daño a ningún vecino". 

Beruti se refiere al comportamiento de las tropas a cargo de los jefes unitarios: "Van dos ocasiones que han sacado las tropas voluntarias auxiliadas con las de línea a la distancia de una o dos leguas de la ciudad, diciendo que son para ensayarlas y que se hagan a las fatigas militares por si se ofrece verse con los enemigos; pero el objeto no ha sido otro sino el robo y saqueo de las casas del  campo de Palermo, arroyo de Maldonado y la Calera hasta donde han llegado, y desde donde el mismo día antes del amanecer que salían, regresaban a la tarde trayendo gallinas, pavos, huevos, grasa, carne salada (de los saladeros), ganado, muebles, trapos y cuanto encontraban en las casas de campo, que las más se hallaban abiertas y desamparadas por sus dueños; y en las que en ellos estaban a su presencia eran insultados y saqueados, trayendo a los peones y cuantos hombres encontraban en sus casas o ranchos en su compañía y diciendo, para engañar al pueblo, ser montoneros que tomaban incluso entre ellos algunos niños de 12 o 13 años, que los traían con sus padres, porque no quedasen a perecer. También salieron carretas con la misma división, ¡y para qué!, para entrar en las quintas de alfalfares, de donde cortaron el que quisieron, llenáronlas de pasto y conducirlas a la ciudad, como lo hicieron, para los caballos de las tropas, en número de 80 carretas, con perjuicio de sus pobres dueños; estas escenas se van repitiendo por el punto de Barracas, para donde han salido otras divisiones de tropas, bajo la capa de paseo militar, las que van mandadas por jefes, nada menos que de coronel arriba, como el brigadier Alvear, actual ministro de guerra, el mayor coronel don Ignacio Álvarez y el inspector general coronel don Blas Pico". 

"Lo que los montoneros (se refiere así a los federales), en las muchas veces que han entrado en estos puntos, han respetado y dejado a sus vecinos pacíficos, sin dañarlos ni robarlos; a no ser sino uno u otro que en la soldadesca es irremediable, fuera de la vista de sus jefes, lo han hecho los nuestros a presencia de los suyos; esto prueba que unos llevan la fama y otros cargan la lana; así sucede nuestro gobierno, proclama el orden, protección y seguridad en las propiedades individuales, pero autoriza el robo, ¡qué mal se compadece de lo dicho al hecho! por lo que se ve que la guerra no se ha vuelto sino una piratería y que tanto padece el amigo del gobierno unitario como el enemigo federal, pues por lo que se experimenta todos los bienes son comunes. Pobre patria que siendo tan rica y poderosa, va a quedar totalmente arrasada por la ambición de mandar en algunos de sus hijos. El plan que se formaron los de la facción del 1° de diciembre de 1828 fue sujetar todas las provincias al gobierno de unitario, creyendo lograrlo por las fuerzas militares que tenían a su mando; pero les va saliendo la mona capada, y lo que sus famosos soldados no perecieron con los brasileños, van muriendo en manos de sus paisanos que según se ve concluirán con todos, y sus planes quedarán frustrados, como se va viendo, yendo por lana y salen trasquilados, porque lo más florido de sus jefes, oficiales y soldados han perecido, bajo la cuchilla de los gauchos de la campaña, y al fin tendrán que ceder, que no triunfa quien ataca los pueblos". 

"Pasajes sueltos, que se me han contado por dos sujetos respetables, el presbítero don Manuel Ascorra y doctor don Pedro Ignacio Rivero, abogado de la superior cámara de justicia, quienes me lo han asegurado por ciertos y son los siguientes. Estando el señor Lavalle con su ejército, en las inmediaciones del lugar llamado de Álvarez dos leguas del puente de Márquez para el campo, entró en una casa y en ella encontró una divisa de los que llevan los federales para distinguirse de los unitarios; y por esto mandó pasar a cuchillo a toda la infeliz familia". 

"El coronel comandante general de la campaña del Sur don [Juan] Ramón Estomba tomó a un hombre, y creyéndolo federal lo puso en la boca de un cañón: le hizo pegar fuego y con la metralla lo levantó por los aires dividido en cuartos. Este señor estaba loco por lo que lo trajeron a la ciudad; en donde ha muerto en este estado por no haber querido comer; y cuando cometió este hecho, dicen, ya estaba tocado de su razón y no lo habían conocido". 

"El comandante general de campaña del Norte, coronel don Federico Rauch, a cuantos hombres tomaba prisioneros los fusilaba, cuyo hecho cometió con más de sesenta". 

"Estos son pasajes sueltos cometidos por los señores generales sin contar otros muchos cometidos por sus soldados que omito relacionarlos por no llenar tanto papel con hechos tan horrorosos". 

A continuación Beruti destaca el comportamiento de los federales:

"Siguen otros pasajes, que me han contado los mismos sujetos, hechos por los federales". 

Juan manuel de Rosas
Oficial del ejército de Rosas. Autor anónimo
"Habiendo sabido don Juan Manuel de Rosas, coronel y comandante general de las fuerzas de la campaña, que por la escasez de carne se hallaban los hospitales y gente pobre de la ciudad en mucha necesidad; bajo de un parlamento mandó al ejército de Lavalle 700 cabezas de ganado vacuno y 3.000 ovejas para que fueran socorridos; pero éstas se aplicaron por dicho Lavalle a otros objetos diversos, por lo que se prohibió sabido por Rosas el permitir totalmente la introducción en la ciudad de carnes, omitiendo hacer nuevas generosas remesas". 

"El cura de la parroquia de la Piedad, doctor don Mariano Medrano, se hallaba de visita en casa de su feligrés don Tomás Rebollo, cuando entró una partida de montoneros (federales), quienes desnudaron al cura de sus vestidos, los que aprehendidos, les quitaron la ropa, se devolvió al cura, y el ladrón o ladrones de orden de Rosas fueron fusilados". 

"Igualmente fue robado por otra partida el doctor don Rafael Casagemas (abogado de esta excelentísima Cámara), el que habiendo quejádose de haberle quitado 600 pesos sus soldados, no habiendo podido ser averiguado quiénes lo hicieron, el mismo Rosas pagó al doctor perjudicado los 600 pesos luego que lo supo". 

"Un vecino llamado don Manuel Moya, que vivía frente la pólvora de Cueli, fue robado por una partida, la que antes de salir de la casa fue presa y desarmada por otra que la mandaba un oficial que al mismo tiempo llegó; se le devolvieron sus prendas robadas, llevaron al ejército de Rosas a los delincuentes que fueron diez los aprehendidos e inmediatamente todos fueron fusilados". 

"Compárese unos hechos con otros de los dos contenedores y véase quién de los dos obra mejor".

....."Un comandante (unitario) de partida llamado don Manuel Ramírez en el barrio del hospicio, encontró dos paisanos medio embriagados, que iban sin armas, y pareciéndole montonero (federales), contra una zanja los fusiló, sin embargo de que uno de los que lo acompañaban le decían no eran tales montoneros". 

"Un soldado robó una niña, la madre se presentó a Lavalle contra el soldado reclamándola, y le contestó que eran críticas las circunstancias para hacerle justicia, y así que esperase a que concluyese la guerra, que entonces podría repetir". 

Pero semejantes salvajadas de los unitarios, siguieron durante todo el gobierno de Rosas y no cesaron con la batalla de Caseros, ya que inmediatamente y a los pocos días se fusilaron más personas que en toda la época de Rosas. 

Durante la confrontación entre el secesionado Estado de Buenos Aires y la Confederación Argentina, fueron fusilados en Villamayor (2 de febrero de 1856) por orden del gobierno liberal y "civilizado" de Buenos Aires más de 120 combatientes federales prisioneros, entre los que se encontraba el héroe de Martín García, Jerónimo Costa (ver ER N° 8). 

También y ya muchos años después del derrocamiento de Rosas y durante la presidencia de Mitre, las matanzas continuaron, ya que se lanzaron contra el interior federal (años 1861/1863), regimientos de represión y exterminio mandados por oficiales uruguayos como Arredondo, Flores, Paunero, Rivas, Sandes y otros, quienes sembraron el terror en todas aquellas poblaciones de ls provincias interiores por las cuales pasaban. No quiero extenderme en el relato de estos hechos, lo que ya hice en el N° 29 de este periódico, dedicado en su casi totalidad al 150°Aniversario de la cruenta e injusta muerte del Chacho Peñaloza, a quién después de ser ultimado se le cortó la cabeza, la que fue expuesta insertada en un palo en la plaza del pueblo de Olta. 

Todo esto prueba el salvajismo del "civilizado" partido unitario y ya durante la vigencia de los derechos individuales garantizados por Constitución de 1853, que ellos eran los primeros en no respetar. 

Tampoco somos incautos para creer que durante toda la cruenta guerra civil en la que se vieron inmersos los argentinos desde el segundo cuarto del siglo XIX en adelante los federales no hubieren incurrido también en violencias. 

Mayormente, durante las guerras civiles, se dan los hechos más sanguinarios y de mayor crueldad y hay pruebas más que elocuentes de ello en toda la historia de la humanidad. 

En la llamada historia oficial, prácticamente los hechos mencionados en este artículo, no solo no fueron dados a conocer, sino que por el contrario se ocultaron cuidadosamente, presentándose a los jefes unitarios -entre otros- Lavalle, Paz, Lamadrid, y a otros personajes del mismo partido como honorables y pundonorosos, amantes de las leyes y la civilización cuando su desempeño dejó mucho que desear. Por el contrario siempre se mostró a los federales y a su máximo exponente, Rosas, como brutos, sanguinarios y sedientos de sangre, con mentiras magnificadas. 

Fue, sin lugar a dudas, aquel proceder salvaje de los unitarios contra sus oponentes, lo que motivó la reacción de los federales, ya que como dijo Iriarte: "Semejante conducta (de los unitarios) grabó un odio profundo en los oprimidos (federales): hombres acostumbrados a la vida semisalvaje de los campos y a una libertad análoga a la del hombre en el primitivo estado de la naturaleza, los gauchos no era posible que soportasen largo tiempo tan pesado yugo".


Fuentes:

Beruti, Juan Manuel. "Memorias curiosas", Emecé Editores Argentina S.A., Buenos Aires, 2001.

Ezcurra Medrano, Alberto. "Las otras Tablas de Sangre", Editorial Haz, Buenos Aires, 1952.

"José María Paz, de la colección Grandes Protagonistas de la Historia", dirigida por Félix Luna, Editorial Planeta Argentina S.A., Buenos Aires, 2000.

Marco, Carlos R. "Don Juan Manuel de Rosas, sus detractores y sus panegiristas", T° I, Mendoza, 1953.

Massot, Vicente. "Matar y morir - La violencia política en la Argentina (1806-1980)". Emecé Editores S.A., Buenos Aires, Abril 2003.

O'Donnell, Pacho. "Juan Manuel de Rosas. El maldito de la historia oficial", Editorial Planeta, Buenos Aires, 2001.

Pigna, Felipe. "La historia en foco - Mujeres en las guerras civiles", Revista Viva N° 1954 del 13/10/2013.

Sierra, Vicente D. "Historia de la Argentina", Tomo VIII, 1828-1840, Editorial Científica Argentina, Buenos Aires, 1969.

(A) “DON JUAN MANUEL DE ROSAS”. Pintura al óleo sobre tela de García del Molino, 1873 (Ref. Esta obra es otra versión original del cuadro que se encuentra en el Museo Histórico Nacional). Catálogo Agosto 2010, J.C. Naón y Cía. S.A.