sábado, 3 de diciembre de 2005

Soberanía nacional - Combate de Vuelta de Obligado

A raíz de celebrarse el Día de la Soberanía el 20 de noviewmbre de 2005, varios lectores del diario La Prensa, se manifestaron en contra de la celebración por considerar que la batalla de Vuelta de Obligado había sido un derrota.

Remití una carta a la sección "Correo de lectores" de dicho matutino que fue publicada el 3 de diciembre. 


He aquí la carta.


SOBERANÍA NACIONAL

Señor director.


El 20 de noviembre se cumplieron 160 años de la gesta del Combate de Obligado, que si bien no fue una victoria, tampoco significó una derrota. Los invasores anglofranceses pudieron pasar pero para ellos fue una victoria pírrica. Lo que se festeja del Combate de Obligado es la voluntad inquebrantable de un gobernante Juan Manuel de Rosas, seguido por todo un pueblo de no dejarse amedrentar por la dos más grandes potencias de la época  y defender con uñas y dientes la soberanía nacional. esa defensa heróica que se hizo en Obligado demostró a los invasores, como dijera el general San Martín en carta a Tomás Guido el 10 de mayo de 1846, que "los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que el de abrir la boca" y que la contienda era de "tanta trascendencia como la de nuestra emancipación de España". Ese combate "no ganado" fue el primero de una serie que se dió en lo que se llamó la "Guerra del Paraná", siendo sí claras victorias los combates de San Lorenzo, Tonelero y El Quebracho. Esa guerra fue una victoria de los argentinos de entonces, que se vió plasmada con la firma del tratado Arana-Southern el 24 de noviembre de 1849, en el cual Inglaterra reconoció la plena soberanía argentina sobre el río Paraná y la soberanía de nuestro país y del Uruguay sobre el río Uruguay, obligándose a devolver la isla Martín García, los buques que habían tomado en la contienda y asimismo desgraviando el pabellón nacional argentino con 21 tiros de cañón. Tratados como ese, nunca más fueron firmados por ningún otro goberno argentino y me animo a decir que por ningún otro país del mundo.
                                            Norberto J. Chiviló - LE 8.260.897
                                            norbertochivilo@yahoo.com.ar

Soberanía nacional

martes, 5 de abril de 2005

Vélez Sársfield

Con motivo de una carta publicada en la sección Correo de lectores del diario La Prensa el día 31 de marzo de 2005, referido a  la personalidad de Dalmacio Vélez Sársfield, remití mi respuesta que fué publicada en la misma sección de ese matutino días más tarde. 

He aquí la carta.


RESPETUOSO UNITARIO

Señor director.


El 31 de marzo fue publicada una carta que con el titulo de “Notable figura” se refiere a varios aspectos de la vida de Dalmacio Vélez Sársfield. Allí se afirma que “Durante la dictadura de Rosas, (Vélez) estuvo exiliado en Montevideo”. El doctor Vélez solía visitar los salones de la residencia de Rosas en Palermo y participaba de las tertulias y reuniones que tenían a Manuelita Rosas como anfitriona, de quien Vélez se llamaba amigo y admirador. Su biógrafo, Abel Chaneton, dice de Vélez que durante los últimos años de la dictadura hacía “alarde de mimetismo y adaptación”. En carta que Rosas -exiliado- escribe a su amiga Pepita Gómez el 2 de septiembre 1869, le dice: “El señor doctor Vélez Sársfield fue siempre firme a toda prueba, en sus vistas y principios unitarios según era bien sabido y conocido, en los altos negocios del Estado. Y lo eran también en sus vistas y opiniones unitarias algunas otras personas respetables, honradas y de capacidad distinguidas. Pero personas, que no faltaron en sus respetos debidos al gobierno”. Rosas respetó a quienes -como Vélez-, siendo notoriamente unitarios “no faltaron los debidos respetos al gobierno”. Si después de Caseros, Vélez se volvió enemigo rencoroso y calumniante hacia Rosas y su hija, habrá sido por “mimetismo y adaptación” a la nueva situación. Tampoco el Banco de la Provincia de Buenos Aires fue fundado por Vélez Sársfield, sino por el gobierno de Buenos Aires, presidido por Juan Manuel de Rosas, siendo ministro de Hacienda José María Roxas, por decreto del 30 de mayo de 1836.
                                            Norberto J. Chiviló - LE 8.260.897
                                            norbertochivilo@yahoo.com.ar

N. de la R.: La carta de referencia consignaba las distintas posiciones asumidas por Vélez Sársfield respecto al rosismo, pero no se abundó en ellas por razones de espacio. Vale la aclaración respecto a lo restante.
                
Vélez Sársfield