miércoles, 22 de octubre de 2025

La leyenda negra antiespañola - En qué consistió

Publicado en el portal "Historia" de National Geographic

Imperio español
Quien difundió la Leyenda Negra de España en Europa y por qué importó tanto
por Sarah Romero

La propaganda política del siglo XVI modeló la leyenda negra de España en Europa pero, ¿quién la inició y en qué consistió esa campaña anti-España?


La leyenda negra antiespañola
El Duque de Alba aparece devorando bebés

¿Sabías que la imagen de una España cruel, fanática y sedienta de poder, lo que conocemos como la Leyenda Negra de España, fue construida desde fuera y con fines políticos muy concretos? Desde impresos y panfletos protestantes hasta campañas diplomáticas inglesas y neerlandesas, sus métodos a través de múltiples vías acabaron erosionando la reputación y el poder imperial español durante siglos.

Nos encontramos en pleno siglo XVI, inmersos aún en el poderoso Imperio español como la potencia imbatible desde hacía varios siglos. Sin embargo, una polifacética campaña de desprestigio que usó panfletos, relatos de viajeros y crónicas manipuladas empezó a presentar a España y convenciendo a la población, de que se trataba de una potencia oscura, violenta e intolerante.

 

¿QUIÉN PROMOVIÓ ESTA CAMPAÑA?

Todo parte de un gran invento para la humanidad: la imprenta. Si bien su creación en el siglo XV revolucionó la difusión de las ideas y la alfabetización masiva, lo cierto es que al siglo siguiente, las guerras de religión o guerras santas, la Reforma protestante y la expansión ultramarina, crearon un contexto muy competitivo entre las potencias europeas. Y España era el centro de todas las miradas con su gigantesco imperio que defendía el catolicismo.

¿Cómo abatir a este rival? Los enemigos de la Monarquía Hispánica -especialmente Inglaterra, los Países Bajos protestantes y varios sectores de Francia- idearon una ambiciosa estrategia que se salía del campo militar: encontraron en la imprenta una herramienta poderosa para construir un enemigo que podía ser común a todos: la “España negra”. El objetivo era claro, querían desacreditar a toda costa a España como potencia hegemónica de la época.

 

PANFLETOS POR DOQUIER

La propaganda antiespañola tuvo muchos difusores, entre ellos Italia y sus tensiones con la corona aragonesa o Alemania, tras la reforma protestante de Lutero. Pero quizá uno de los más conocidos sea Inglaterra, que desplegó una intensa campaña de propaganda anticatólica y antiespañola durante la guerra hispano-inglesa (1585–1604), retratando en sus textos a los españoles como crueles, fanáticos, corruptos y racialmente “oscuros”. De esta manera, con este combate desde el lado ideológico, era posible colocar a España como una amenaza global y justificar tanto la expansión inglesa como la persecución interna de católicos reafirmando la identidad protestante de los ingleses.

 

IMÁGENES TERRIBLES DE LA ESPAÑA NEGRA

Por otro, los Países Bajos, anteriormente las Provincias Unidas bajo el dominio español, se dedicaron a difundir grabados y textos que mostraban supuestas atrocidades cometidas por las tropas españolas, como las del Duque de Alba al que representaban comiendo bebés. Uno de los ejemplos más citados es el “Sacco di Amberes” o Saqueo de Amberes (1576) por parte de las tropas españolas en el que murieron más de 10.000 ciudadanos y se incendiaron más de 800 casas de la ciudad. Este evento se convirtió en símbolo de la brutalidad española bajo el azote de lo que denominaron “Furia Española”. La leyenda negra se encargó de que Amberes fuese el principio del fin de los españoles en este rincón de Europa.

Obras como la de Bartolomé de las Casas, “Brevísima relación de la destrucción de las Indias” (1552), fueron usadas y muchas veces manipuladas por los enemigos de España para denunciar la violencia en América. Las exageraciones, las omisiones y los excesos y errores del vasto Imperio español hicieron que el miedo a esa España retrógrada calara en Europa.

Sin embargo, España no respondió con la misma estrategia que Inglaterra, sino con una especie de “leyenda blanca” sobre los ingleses, dibujándolos como buenos católicos o víctimas de sus gobernantes, idealizando la conversión de Inglaterra al catolicismo como una misión redentora.

Pero la imagen de España cruel, violenta y un tanto rancia, no solo afectó al país externamente, sino que muchos españoles comenzaron a interiorizar estas críticas, surgiendo un complejo de inferioridad cuyo eco se sigue viendo en nuestros días. Los historiadores coinciden en que es necesario ver la historia con perspectiva crítica: ni España fue un monstruo sin reservas, ni sus enemigos fueron ángeles encarnando un modelo de virtud.


Sobre la ilustración: Alba asesina a los inocentes habitantes del país de la colección El gobierno de Alba en los Países Bajos y los resultados de su tiranía - Grabado anónimo de hacia 1572 - El Duque está representado comiendo a un niño con una mano, mientras con la otra sostiene bolsas de dinero; detrás, una hidra con las cabezas de Granvela y los cardenales de Guise y Lorena; a sus pies, los cadáveres decapitados del Conde de Egmont y Felipe de Montmorency (Horn); un demonio alado con un rosario le insufla aire al oído con un fuelle; a la izquierda un campesino y a la derecha un burgués, que se lamentan.

lunes, 20 de octubre de 2025

Trabajos que se realizaban en la estancia de Rosas - Estancia San Martín - Rosas

Publicado en el suplemento Campo del diario La  Nación el 18 de octubre de 2025   


Dionisio Schoo, el persistente capataz de una estancia de Rosas
por Emiliano Tagle

Estancia de Rosas en La Matanza
Estancia San Martín - Foto Archivo General de la Nación


Dionisio Schoo Villafañe nació en Tucumán el 8 de octubre de 1811, hijo de Juan Shaw y Feliciana Villafañe. Tras el fallecimiento de su padre, fue enviado junto a sus hermanos menores a estudiar a un colegio en Buenos Aires. Allí, el director sugirió a su madre adaptar el apellido familiar a una forma más castellanizada: “Schoo”.

Desde joven, Dionisio se sintió profundamente comprometido con las labores rurales. Según relata su nieto Dionisio Schoo Lastra en el libro Lanza rota, gracias a la recomendación de José María Ezcurra, ingresó como capataz en la Estancia San Martín, propiedad de Don Juan Manuel de Rosas.

En el Archivo General de la Nación (Sala X, Secretaría de Rosas), se conserva una valiosa correspondencia entre Schoo y Rosas. Estas cartas dan cuenta, con gran detalle, de la vida y el manejo de la estancia, incluyendo movimientos de hacienda, de salarios, novedades y requerimientos. Muchas de estas misivas revelan costumbres y prácticas rurales de la época. A continuación, se presentan algunos extractos significativos:

Schoo solicitaba raíces de guaycurú para preparar ungüentos con grasa, utilizados en el campo por sus propiedades astringentes y hemostáticas

El 15 de octubre de 1842 informó que el peón Lorenzo Ponce falleció tras recibir una puñalada en el abdomen al caerse del caballo, por llevar el cuchillo al frente en vez de a la espalda.

Para la esquila, era común la solicitud de hilo para atar los fardos de lana. Un comprador recomendaba, para aumentar el precio de venta de la lana, “lavar” las majadas entre 6 y 15 días antes de esquilar, para ello explica el 28 de septiembre de 1844 que, en el arroyo, en una bajada con dos manguitas, pasan las ovejas hasta 6 veces y que en el medio nadan entre 2 o 3 varas. El 1° de octubre de 1844, pidió unas 500 latitas con una letra en el centro, similares al tamaño de “un real cobre”, para entregarlas a los esquiladores por cada oveja terminada.

Como Rosas le había comentado que en Palermo había juncos en abundancia, le solicita cantidad para los ranchos de San Miguel y San Juan, de 14 varas de largo por 5 de ancho, cada uno. Estima dos carretas de juncos para cada rancho.

El 31 de agosto de 1844 reportó la plantación de 589 paraísos y 2.596 duraznos, junto con sauces, álamos, damascos, peras, manzanas, higueras y nogales. Por falta de tiempo, pidió más personal para continuar con las tareas de la quinta.

Entre las plagas, comenta sobre el bicho canasto, por lo que requiere escaleras altas para erradicarlos (a mano); y respecto a las vizcachas, informó que las combatían quemando bosta en sus cuevas. También solicitó veneno contra ratones.

El 27 de mayo de 1845 pidió ayuda a Rosas para interceder ante las autoridades provinciales; una tropa de carretas que venía de Tucumán con doña Isabel Millán (prima hermana de su mujer Benicia Reboredo Roca), fue asaltada por indios y sus hijas Jacoba y Mercedes Fervor Millán fueron llevadas cautivas. Ambas fueron rescatadas meses después en Córdoba.

El 1° de septiembre de 1846 detalló la dotación de personal de la estancia, compuesta por domadores, puesteros, quinteros, y otros oficios. Lamentó la falta de mano de obra local, señalando que algunos peones gallegos contratados maltrataban animales y dañaban herramientas, e incluso algunos fueron puestos en el cepo por robo. Indicó además que para tareas específicas como la yerra o el rodeo se contrataban peones con tropilla propia, remarcando que no se permitía el trabajo sin paga ni el uso de caballos ajenos. La estancia tenía los siguientes puestos: San Miguel, San Antonio, San Pablo, San Juan, San Pedro y Recoleta. Con preocupación reporta, ese mismo día, la cantidad de hacienda ajena (de vecinos) que con frecuencia y constancia comen el campo, detalla lo siguiente: en San Martín, 200 de José M. Ezcurra; en San Miguel y San Juan, 1000 de Ignacio Castillo; en San Pedro, 500 de Santiago Villamayor; en San Antonio, 200 de Juan Robledo y 150 de Feliciano Gómez; en La Recoleta, 1000, además 2000 ovejas y 200 yeguas de Da. Valle, y también 100 vacunos, 100 yeguas y 2000 ovejas de Andrés Valle; además 100 de Guillermo White y 200 de José M. Alegre, Total 7750.

Las carretas que transportaban mercadería a San Martín regresaban a Palermo cargadas con frutas, huevos (de gallina y de avestruz), charitos, plumas de pavo real (animales que Rosas solicitó se criaran en los puestos), entre otros productos.

Luego de su paso por la Estancia San Martín, Schoo arrendó el campo de Francisco Álvarez en Moreno, destinado a ganadería, y posteriormente se trasladó a Pergamino. Allí, en 1861, escrituró y pobló la Estancia “La Benicia”. Dionisio Schoo Villafañe falleció en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1889.

Nota aclaratoria: Las construcciones que quedan de la estancia San Martín, se encuentran en el actual Partido de la Matanza  

lunes, 13 de octubre de 2025

Manuel A. Bilbao - "Buenos Aires. Desde su fundación hasta nuestros días" -

Manuel A. Bilbao -hijo del escritor Manuel Bilbao-, nacido en Buenos Aires en 1871 y fallecido en 1935, en 1902 escribió un interesante libro titulado "Buenos Aires. Desde su fundación hasta nuestros días, especialmente el período comprendido en los siglos XVIII y XIX" -editado en Buenos Aires en 1902 en la Imprenta de Juan A. Alsina- dos de cuyos capítulos reproducimos a continuación.
Muchos años después, en 1934, escribió "Tradiciones y recuerdos de Buenos Aires".



La obra completa puede leerse en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes - www.cervantesvirtual.com

domingo, 12 de octubre de 2025

La Biblia de los esclavos - La Iglesia anglicana y la esclavitud

Publicado en la página web BBC NEWS MUNDO 
el 11 de octubre de 2025

La "Biblia de los esclavos" la curiosa edición de la Iglesia anglicana para evitar una rebelión en sus colonias de América y del Caribe (y de la que solo quedan algunas copias) 
por Juan Francisco Alonso

Biblia de los esclavos
En 1807, una organización de misioneros británicos publicó
 una edición de la Biblia para evangelizar a los esclavos africanos


"El Señor, el Dios de los hebreos, me envió a decirte: Deja que mi pueblo vaya a rendirme culto en el desierto".

La demanda que Moisés le hizo al faraón Ramsés fue el inicio del pulso para que el gobernante de Egipto librase a los israelitas esclavizados y les permitiera marcharse a la tierra prometida.
Eventos sobrenaturales como las diez plagas o la partición del Mar del Rojo han convertido a esta historia en una de las más famosas y conocidas de la Biblia, mucho antes que Hollywood la llevara a la pantalla grande.
Sin embargo, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX se publicó una versión del texto sagrado en la que el relato de la liberación del "pueblo elegido por Dios", narrado en el libro del Éxodo; y otros en los que se condena a la esclavitud y la opresión de una persona por parte de otra no figuran.

La Biblia de los esclavos
Los misioneros anglicanos aseguraron a los esclavistas que la conversión de los esclavos
 al cristianismo los haría más obedientes.

Una versión apta para esclavos y sus amos
"Partes selectas de la Santa Biblia, para uso de los esclavos negros, en las Islas de las Indias Occidentales Británicas". Este es el título oficial del libro publicado en Londres en 1807.
Sin embargo, con el paso del tiempo, los historiadores han rebautizado al texto como la "Biblia de los esclavos".
La versión fue editada por la Sociedad para la Conversión de los Negros Esclavos, una organización de misioneros de la Iglesia de Inglaterra (Iglesia anglicana) que se dedicaba a evangelizar a los esclavos traídos desde África para trabajar en las plantaciones de las colonias británicas del Caribe y, posiblemente, también de Norte América, pero sin cuestionar el sistema esclavista.
"Esta versión de la Biblia es un texto extensamente editado con el propósito de mantener el control de los esclavos", afirmó a BBC Mundo el teólogo británico Robert Beckford.
"Es un texto donde se suprimió alrededor del 90% del Antiguo Testamento y el 60% del Nuevo Testamento", explicó el profesor de justicia racial de The Queen's Foundation de Birmingham (Reino Unido), un centro encargado de la formación de las nuevas religiosas y religiosos anglicanos.
"Toda la historia de la Moisés y la liberación de los israelitas de Egipto fue eliminada, así como todo pasaje que abordaba la libertad o la liberación humana. Por ejemplo, la carta donde el apóstol Pablo dice: 'En Cristo no hay esclavo ni libre', la quitaron", agregó.
En similares términos se pronunció Anthony Schmidt, director de Colecciones del Museo de la Biblia de Washington (Estados Unidos), donde en 2017 estuvo exhibida uno de los pocos ejemplares de la "Biblia de los esclavos" que ha sobrevivido hasta nuestros días.
"Esta era una Biblia abreviada, a la que le faltan grandes porciones y que estaba dirigida a un público específico", dijo el también experto en religión de la Universidad de Princeton.
Schmidt aseguró que esta práctica ha sido común a lo largo de la historia.
"Tenemos otras biblias abreviadas, las cuales se editaron para hacerlas más digeribles a ciertos públicos. Por ejemplo, tenemos algunas destinadas a los niños donde los textos fueron reemplazados por ilustraciones", mencionó.
Sin embargo, el experto admitió que este caso es distinto.
"Quienes la editaron lo hicieron con la intención de manipular a las personas esclavizadas, posiblemente porque creían que historias como la de Moisés eran tan impactantes que podrían conducir a una rebelión", precisó.
Schmidt también aseguró que los responsables de esta versión no revisaron, línea por línea, la Biblia para decir qué textos se quedaban y cuáles no.
"No eliminaron palabras o frases, sino que quitaron pasajes y libros enteros que no consideraban esenciales. Por ejemplo, eliminaron el grueso del libro del Éxodo, pero dejaron las referencias de Moisés que aparecen en otros textos bíblicos" explicó.
Una edición típica de la Biblia protestante contiene 66 libros, la versión católica tiene 73 y una traducción ortodoxa oriental 78, pero "la Biblia de los esclavos" contiene unos 14 libros, de acuerdo con el Museo de la Biblia de Washington.

Sin perder de vista el contexto
Para Beckford, el momento histórico en el que apareció la "Biblia de los esclavos" es otra prueba de que su fin era asegurar el control de la población esclava en las colonias.
"Fue publicada en 1807 y, en marzo de ese año, el Parlamento británico abolió el comercio de esclavos en el Imperio, pero la esclavitud como sistema se mantuvo durante 30 años más", apuntó el teólogo.
Acto seguido, agregó: "¿cómo se mantenían a los esclavos en las plantaciones? Aparte de la violencia, la cual era parte integral de la esclavitud, se necesitaba un marco ideológico. Y antes de que apareciera la pseudociencia que sostiene la supremacía blanca, la Biblia fue fundamental, pues promovía la idea de que Dios apoyaba la esclavitud".
"Esclavos, obedezcan a sus patrones con temor y respeto, sin ninguna clase de doblez, como si sirvieran a Cristo". Este pasaje, el cual pertenece a la carta del apóstol Pablo a los Efesios, es uno de los textos a favor de la servidumbre que se pueden encontrar en esta versión.
"La idea era corromper la Biblia para que sirviera al terror racial y sugerir a los africanos esclavizados que Dios apoyaba su situación infrahumana", aseguró Beckford.
Schmidt, por su parte, también cree que la versión de la Biblia fue un reflejo del contexto.
"A lo largo del siglo XVIII, algunos cristianos se preocuparon por el bienestar espiritual de las personas traídas de África, pero los dueños de las plantaciones se oponían a que fueran evangelizados, pues temían que eso fuera una amenaza para su autoridad", dijo.
"Para vencer la oposición de los terratenientes, los misioneros anglicanos argumentaron que convertir a los esclavos al cristianismo los volvería mejores esclavos, porque les enseñaría a ser obedientes", agregó el director de Colecciones del Museo de la Biblia de Washington.

El rol de la Iglesia anglicana
La participación de la Iglesia de Inglaterra en el negocio de la esclavitud está históricamente comprobada. Así, por ejemplo, una de sus organizaciones, la Sociedad para la Propagación del Evangelio en el Extranjero, llegó a tener acciones en la plantación de Codrington, en Barbados, en la cual trabajaron cientos de esclavos africanos, recordó Beckford.
En 2023, Justin Welby, entonces arzobispo de Canterbury y máximo jerarca religioso de la Iglesia anglicana, admitió los nexos de la institución con el tráfico de personas desde África. Esto, tras una investigación interna.
Entre las "acciones para enfrentar este vergonzoso pasado", Welby anunció US$ 135 millones para financiar proyectos en comunidades "históricamente impactadas" por la esclavitud.
Sin embargo, Schmidt cree que el hecho de que la "Biblia de los esclavos" fuera editada por una agrupación que tenía nexos con el obispo Beilby Porteus (1731-1809), uno de los primeros líderes anglicanos en condenar públicamente la esclavitud, revela que la institución buscaba reformar e incluso liquidar esta práctica.
"Los misioneros tenían una visión progresista, querían mejorar las condiciones de vida de los esclavos, reducir sus cargas laborales, ofrecerles atención médica y prohibir que sus familias fueran separadas", dijo el experto.
No obstante, admitió que no hay constancia de que los religiosos hubieran abogado por eliminar la servidumbre de inmediato.
"Creo que su meta era que ocurriera gradualmente, en una o dos generaciones", explicó Schmidt.
Una opinión similar tiene Beckford, quien indicó que la Iglesia anglicana del momento abogaba por "la esclavitud cristiana".
"La esclavitud cristiana fue un intento por mantener el sistema esclavista y hacer que los africanos esclavizados fueran mejores, y con el tiempo reformar el sistema y abolirlo", apuntó.
Respecto al impacto de esta Biblia, los expertos consultados admitieron que solamente hay evidencias documentales de que este controvertido texto fue utilizado en las plantaciones de caña de azúcar que había en las colonias británicas del Caribe.
Sin embargo, tanto Beckford como Schmidt admitieron que hay muchas posibilidades de hubiera sido empleada igualmente en las fincas de algodón del sur de lo que hoy es EE.UU.

¿Y la Iglesia católica?
¿Tuvo la Iglesia católica una "Biblia de los esclavos"? "No", aseguró a BBC Mundo Jesús Folgado, profesor de Historia de la Iglesia de las universidades Comillas y San Damaso (España).
"Los textos bíblicos que la Iglesia anglicana suprimió de la Biblia para bendecir la esclavitud fueron los mismos que varios papas y líderes de distintas congregaciones religiosas en Europa utilizaron para condenarla", agregó el también sacerdote y doctor en Teología.
En 1537, el papa Pablo III emitió la bula Sublimis Deus, en la cual declaró: "Todos los hombres, de todas las razas, deberán gozar de libertad y ser señores de sí mismos, y no está permitido a nadie reducirlos a la esclavitud".
Años después, el papa Urbano VIII amenazó con excomunión a todo católico que esclavizara a alguien.
No obstante esta postura de la jerarquía de la Iglesia católica, en las posesiones españolas, portuguesas y francesas en América la esclavitud se practicó, incluso por parte de la propia institución religiosa.
"Efectivamente, se dio la contradicción de que los papas condenaron la servidumbre, pero muchas congregaciones en América tuvieron esclavos", afirmó Folgado.
"Sin embargo, la esclavitud en la América hispana no se podía comparar con la de la América y el Caribe anglófono", puntualizó.
¿Por qué? "Las congregaciones religiosas tuvieron esclavos, pero sus condiciones eran similares a la de los jornaleros de Castilla de la época: tenían días libres, podían salir y casarse, aunque no eran plenamente libres", explicó.
Hoy, apenas hay copias de esta controvertida versión del texto sagrado. Una se encuentra en la Biblioteca de la Universidad de Fisk, en Nashville (Tennessee) y otras dos están en las universidades británicas de Oxford y Glasgow.